En jornada extensa y cargada de tensión entre las partes, declaró el financista Fariñas que fuera protegido por el gobierno de Mauricio Macri y beneficiado con una reducción de pena, tras declarar como arrepentido por lavado de activos en la causa conocida por la Ruta del Dinero.
Antilavadodedinero / Ambito
A partir de la objeción de algunas de las defensas por estar condenado en ese otro expediente -cuyos hechos e imputados son conexos- el Tribunal relevó al financista de la obligación de decir verdad. Por este motivo, gran parte de su declaración será objetada a la hora de los alegatos y perdió fortaleza para la fiscalía y las querellas. Expresamente el Tribunal le dijo que no era considerado un testigo, por lo que, técnicamente, fue habilitado a mentir y a abstenerse de responder las preguntas que él considerara que podían perjudicarlo
Bajo esta circunstancia, interrogado por el Ministerio Público, Fariña fue el primer testigo en más de dos años de juicio que hizo referencia concreta al pago de sobreprecios en la obra pública, pero no pudo acreditarlo en primera persona. Según dijo, supo de los presuntos beneficios a Austral por dichos del empresario Lázaro Báez. Consultado por el fiscal Diego Luciani, detalló que “el sobreprecio venía en la obra. Y luego con las redeterminaciones de precios”.
Al igual que en numerosas oportunidades, Fariña habló sin la obligación de decir la verdad. Bajo esa particular premisa contó una vez más ante la Justicia los pormenores de su relación con la contratista Austral Construcciones, su asistencia para constituir un fideicomiso y luego, para las maniobras de “blanquear dinero negro” y “expatriar” fondos. Además, dijo que sabía del uso de facturas apócrifas, pero también a través de dichos de terceros.
Sin mayores detalles ni mostrar conocimiento en materia de licitaciones de obra pública, Fariña dijo que cuando en Austral necesitaban fondos se hacían redeterminaciones de precios. Pero, repreguntado por la defensa de Báez, dijo que nunca vio personalmente un certificado de redeterminación de precios y que sólo sabía de la supuesta maniobra por dichos del propio Báez.
Interrogado por el abogado de Nelson Periotti, Federico Paruolo, sobre la supuesta facturación trucha que él mismo mencionó en esta declaración, Fariña dijo desconocer mayores detalles: “Yo no me encargaba de conseguir las facturas apócrifas”, se excusó.
Y declaró que supo de la existencia de las mismas por dichos de uno de los apoderados de ACSA, Claudio Bustos. “Se utilizaban facturas apócrifas como método para pasar del negro al blanco”, señaló. Pero dijo desconocer las empresas involucradas. “¿Y cómo sabe que eran facturas apócrifas?”. “Por el Señor Bustos. Fue quien terminó de hacer el contacto con Nación Fideicomiso”
En su declaración que se extendió por más cuatro horas, Fariña dijo que Austral tenía deudas “bastante importantes” con AFIP, aunque admitió no recordar montos.
Afirmó que la firma “funcionaba casi permanentemente en descubierto” y relató que “la idea del fideicomiso financiero era hacer una cesión de los certificados de obra a un fideicomiso para que le adelantase dinero a la empresa”. Según señaló, “porque los ingresos de la obras tenían un sobreprecio de alrededor del 20%”.
Preguntado por cómo tomó conocimiento del presunto ilícito, Fariña admitió desconocer la situación en primera persona: “En el transcurso del tiempo empleados me comentaron que las obras venían con sobreprecios. Y si no sacas a ese sobreprecio del circuito tenés que pagar impuesto”, dijo. Luego afirmó que lo supo por el propio Báez en una reunión, “hablando. Armando el fideicomiso, intercambiando ideas”.
Luego, habló de un quiebre de su relación con Báez desde la muerte de Néstor Kirchner. Y, en concreto, no pudo vincular a Cristina Kirchner con el empresario. Según afirmó, el lazo era con el expresidente y no con ella.
