La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que ahora es “un momento muy importante” para que Argentina ponga en práctica políticas para una reestructuración exitosa de su deuda, mientras que el Papa Francisco advirtió que soluciones insensibles pueden dañar a las sociedades.
Antilavadodedinero / Reuters
Kristalina Georgieva sostuvo en un diálogo con Reuters que las políticas deben estabilizar la economía argentina e impedir que los más vulnerables queden desamparados.
Por su parte el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, calificó como “muy constructivo” el encuentro que tuvo con Georgieva.
El Papa hizo una aparición no programada en la conferencia que se realiza en la Ciudad del Vaticano donde los dos participantes principales fueron la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía argentino, Martin Guzmán.
Francisco, que no mencionó específicamente la crisis argentina, pidió “nuevas formas de solidaridad” para ayudar a los países endeudados, señalando que “no estamos condenados a la desigualdad universal”.
“La gente pobre en países muy endeudados soporta cargas impositivas abrumadoras y recortes en los servicios sociales a medida que sus gobiernos pagan deudas contraídas de manera insensible e insostenible”, dijo Francisco, quien agregó que la política de deuda de un país “puede convertirse en un factor que dañe el tejido social”.
Argentina se encuentra encaminada hacia un proceso de reestructuración de deuda soberana por unos 100.000 millones de dólares.
“Lo que básicamente le queremos dar a cada bonista es la oportunidad de sentarse a la mesa y trabajar en conjunto para resolver esto de manera constructiva y evitar una situación en la que todos pierden”, dijo el ministro de Economía argentino.
“Una solución para la deuda argentina traerá estabilidad a la región”, afirmó Guzmán.
Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, se reunió el viernes con el Papa Francisco y dijo que el pontífice, que también es argentino y vivió una crisis de deuda anterior cuando era arzobispo de Buenos Aires, le había prometido toda la ayuda posible en esta ocasión.
La conferencia del Vaticano en la Academia Pontificia de Ciencias Sociales reunió a más de 25 funcionarios gubernamentales, autoridades religiosas y economistas, entre ellos Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001.
Stiglitz dijo en la conferencia que la actual crisis de deuda argentina le dio al mundo la oportunidad de “demostrar que existe un enfoque alternativo al que ha fallado repetidamente en el pasado”.
También hizo un llamado para impulsar “un marco que a la vez apele a las nociones de racionalidad económica y a nuestro sentido de solidaridad social, una humanidad común, que en este momento de la historia parece tan atacada”.