El Parlamento portugués aprobó la despenalización del consumo de drogas sintéticas (como la cocaína sintética, la ketamina y el éxtasis), a través de una ley que les da el mismo tratamiento que las sustancias “clásicas” (como marihuana). Además, elimina el criterio de “cantidad de dosis” a la hora de evaluar quién es consumidor y quién traficante.
El proyecto fue aprobado a partir de dos propuestas presentadas por el Partido Socialista, que es el que tiene la mayoría absoluta en el Legislativo portugués, y la participación del líder de la oposición, el Partido Social Demócrata (de centroderecha). Hasta ahora, la posesión de drogas “clásicas” no era un delito, pero sí las sintéticas. Con esta ley, esa diferencia se termina.
“Alguien encontrado con 15 dosis, porque vive en el interior del país y va a un centro urbano a comprar más barata la droga para consumo propio, no puede ser automáticamente tratado como un criminal y condenado a una pena”, explicó la diputada socialista Cláudia Santos, en el inicio de la tramitación parlamentaria.
La idea con todo esto es que el consumo en sí no sea un delito, concentrando así los esfuerzos en perseguir al narcotraficante y no al consumidor, además de ofrecerle a este último un tratamiento. Esto, en un momento en que las hospitalizaciones psiquiátricas relacionadas con los estupefacientes sintéticos están al alza, sobre todo en los archipiélagos de Madeira y Azores.
Por otro lado, se cambió el criterio sobre lo que se considera “tráfico”. Con la ley anterior, una persona podía estar en posesión de hasta 10 dosis sin que se considerara tráfico, y como tal, se pudiera castigar. Ahora también se eliminó el criterio de cantidad, y se considerará solo un indicio. Con esto, serán los jueces los que evaluarán con mayor libertad si una persona es traficante o solo consumidor.
Desde el Ministerio de Salud se llamó “a la prudencia” en el proceso de despenalizar las drogas sintéticas. Según Manuel Pizarro, el encargado de esa cartera, hay que asegurar que esta “buena idea” no termine complicando la distinción entre consumo y tráfico.
En una conferencia de prensa en Serpa, al sur de Portugal, el ministro comentó: “Sigo con interés y de buena manera el tema de extender la despenalización de las drogas sintéticas, pero creo que hay que ser muy prudente con la manera en que se haga”.
“No se debe aprovechar una buena idea” para hacer que las drogas sintéticas “equivalgan a todas las demás sustancias adictivas, interfiriendo en el tema de las cantidades que cada uno puede poseer y que distinguen el consumo del tráfico”, apuntó Pizarro.
En el mismo evento, el ministro recordó a los periodistas que en 2001 Portugal ya había tomado “una medida pionera a nivel mundial”, al elegir el despenalizar el uso de drogas: “Esto quiso decir distinguir lo que debe ser reprimido y duramente, el tráfico de drogas, de aquello que debe ser tratado, particularmente en un contexto sanitario, o sea, la adicción”.