Los ataques de ransomware están evolucionando hacia nuevas técnicas más sofisticadas, asistidas por inteligencia artificial. Google Cloud Security proyecta que este delito será el más común y disruptivo a nivel global para 2025. Descubre cómo este fenómeno amenaza tanto a empresas como a usuarios en todo el mundo.
En los últimos años, el ransomware se ha consolidado como una de las amenazas más graves en el ámbito de la ciberseguridad. Este tipo de ataque, que cifra datos y exige un rescate para su liberación, ha paralizado operaciones en empresas de todo tamaño y sector, dejando pérdidas económicas y dañando la confianza de los clientes. En este contexto, las previsiones para 2025 no son alentadoras: se espera un incremento en la cantidad y sofisticación de estos incidentes, impulsados por avances en herramientas tecnológicas y un enfoque cada vez más globalizado.
¿Cómo opera el ransomware?
El ransomware es un malware que encripta los archivos de una víctima, obligándola a pagar un rescate, generalmente en criptomonedas, para recuperar el acceso. Además, los atacantes suelen amenazar con filtrar información confidencial si no se cumplen sus demandas.
Según Google Cloud Security, el ransomware no solo aumentará en frecuencia, sino que será más difícil de detectar y prevenir debido a la incorporación de inteligencia artificial. Este avance permite a los ciberdelincuentes desarrollar ataques personalizados, eludir sistemas de seguridad avanzados y operar de manera más eficiente.
Impacto global y expansión geográfica
En 2024, el ransomware afectó gravemente a sectores críticos, incluyendo salud, comercio y finanzas. Por ejemplo, en América Latina, México sufrió un ataque masivo en la cadena de tiendas Coppel, que paralizó operaciones durante meses y generó pérdidas millonarias. A nivel global, incidentes como la exposición de datos médicos de más de un tercio de la población estadounidense subrayan la magnitud del problema.
Google Cloud Security advierte que esta amenaza se expandirá a regiones con infraestructuras de ciberseguridad menos desarrolladas, donde los atacantes encuentran objetivos más vulnerables. La colaboración internacional será clave para enfrentar esta creciente amenaza.
Cómo protegerse del ransomware
La prevención es esencial para mitigar los riesgos del ransomware. Entre las medidas recomendadas destacan:
- Implementar autenticación multifactor: Reduce las posibilidades de acceso no autorizado.
- Realizar copias de seguridad periódicas: Garantiza la recuperación de datos en caso de un ataque.
- Actualizar software regularmente: Minimiza vulnerabilidades explotables por los atacantes.
- Evitar dispositivos de origen desconocido: Pendrives infectados son una vía común de entrada del ransomware.
Además, educar a empleados y usuarios sobre prácticas seguras en el manejo de información digital es crucial para reducir errores humanos, una de las principales puertas de entrada para los ciberataques.
Casos destacados en 2024
En 2024, el ransomware alcanzó cifras alarmantes: más de 2,500 incidentes reportados en la primera mitad del año, con rescates que superaron los 460 millones de dólares. En sectores críticos como la salud, los ataques expusieron información de millones de personas, mientras que empresas de todos los tamaños vieron comprometida su capacidad operativa.
El aumento en la sofisticación de los ataques, impulsado por la inteligencia artificial, ha dado lugar a grupos como LockBit 3.0 y RansomHub, que operan con herramientas avanzadas diseñadas para evadir tecnologías de seguridad. Esta «democratización del ransomware» pone en riesgo a empresas e instituciones de cualquier región y sector.