El rol fundamental de la IA en la defensa contra amenazas cibernéticas

La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático se han convertido en aliados cruciales en la lucha contra las amenazas cibernéticas emergentes. Estos avances tecnológicos, que en un principio fueron celebrados por su capacidad de optimizar procesos industriales y empresariales, ahora son también esenciales para la protección de datos personales y activos digitales en un entorno cada vez más vulnerable a ciberataques.

Según datos de Statista, el mercado de la inteligencia artificial en México alcanzará un valor de 2,780 millones de dólares en 2024. Esto refleja su creciente importancia en diversas áreas, incluida la ciberseguridad. Sin embargo, el mismo poder que hace de la IA una herramienta valiosa para el análisis y la automatización, también puede ser explotado para perpetrar fraudes y ataques cibernéticos a gran escala.

Frente a este escenario, empresas como Akamai, especializada en la seguridad en la nube, destacan la relevancia de la IA y el aprendizaje automático para desarrollar soluciones de ciberseguridad más sofisticadas. La protección de la información ya no puede depender únicamente de las medidas humanas; es imprescindible que las firmas tecnológicas innoven constantemente para estar un paso adelante de las amenazas.

El modelo “Zero Trust” se presenta como una de las estrategias más efectivas en este campo. Este modelo exige una verificación continua de la identidad y autorización para cualquier acceso a recursos digitales, minimizando así el riesgo de brechas de seguridad.

Hugo Werner, vicepresidente regional de Akamai para LATAM, afirma para NotiPress: “Como especialistas en proteger la vida en línea, tomamos ventaja de la inteligencia artificial para ir siempre un paso más allá de los ataques de ciberseguridad más sofisticados”.

Entre las ventajas del uso de IA en ciberseguridad, Akamai destaca la capacidad de monitorear activamente los dispositivos. Asimismo, detectar interacciones anómalas, permitiendo una respuesta automática ante actividades sospechosas. Además, la IA facilita el etiquetado y clasificación de redes, optimizando procesos que de otro modo serían largos y complejos.

La evolución tecnológica debe centrarse en la protección de los activos digitales y la tranquilidad de los usuarios. A través de la IA y un enfoque riguroso como el Zero Trust, se refuerzan las defensas cibernéticas, asegurando que la información más valiosa de las empresas y personas esté a salvo de las crecientes amenazas en el mundo digital.

mipuntodevista

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