presario venezolano-libanés Camilo Ibrahim, socio de la aerolínea Plus Ultra y dueño del grupo Phoenix, ha decretado el cierre de las cinco tiendas de Inditex en Venezuela.
Antulavadodedinero / ABC
Estas tiendas no eran propias del grupo textil español, sino que eran franquicias, en donde Ibrahim era el franquiciado. La multinacional española elige operar con franquicias en aquellos países donde el riesgo de gestión es mayor por la inestabilidad política y económica.
El grupo Phoenix, que es una de las compañías que trabaja como franquiciado de la compañía española, ha decidido cambiar los nombres de las tiendas que disponía en Venezuela, desapareciendo así las marcas de Inditex. Se trata de una decisión unilateral del propio grupo Phoenix, que ha decidido terminar su relación con la compañía española en Venezuela.
De esta manera, los nombres de los locales han sido tapados con telas blancas en la fachada. Estas cinco tiendas, que eran Zara, Bershka y Pull&Bear, no suponen apenas un cambio significativo en el negocio de la compañía. Hay que recordar que la multinacional textil cuenta con más de 6.800 establecimientos físicos en casi un centenar de países.
Aun así, el grupo Phoenix no rompe del todo su relación con Inditex, ya que continúa siendo franquiciado en dos mercados: República Dominicana y Aruba. Ahora, Ibrahim planea inaugurar nuevas tiendas en los próximos días y con nombres similares. Según publican los medios venezolanos, los Zara serán Lola, los Pull&Bear Push&Co, mientras que Bershka se llamará Anakena.
Las dificultades para Inditex en Venezuela comenzaron en 2004, cuando el extinto Hugo Chávez acusó a la cadena española de supuesto «fraude fiscal». Además, obligó a que mantuviera los precios en bolívares. En total, Inditex llegó a contar con 22 establecimientos en el país: 8 de Zara, 5 de Pull&Bear y 9 de Bershka. En Caracas, Valencia y Margarita.
Hasta que en 2007 aparece en el escenario un nuevo jugador: la compañía Phoenix World Trade, cuyo único socio local, el empresario venezolano libanés Camilo Ibrahim, negocia con el grupo Inditex y convierte las tiendas en franquicias corporativas, modalidad según la cual todas las tiendas pertenecen a un mismo grupo económico.
Bajo el régimen de Maduro tampoco mejoraron los negocios. Porque en 2012 la economía no estaba dolarizada como ahora y era demasiado caro importar camisas, pantalones y zapatos, así que las tiendas permanecieron desabastecidas durante años. Ahora, años después, las marcas de Inditex desaparecen del país sudamericano.