Las recientes incautaciones de grandes cargamentos de cocaína en Hong Kong ponen de relieve su creciente papel como punto de importación regional y mercado de consumo, a medida que el comercio de cocaína se expande por Asia Oriental.
Antilavado de Dinero / In Sight Crime.
La más reciente incautación ocurrió a principios de noviembre en la ciudad costera de Tin Shui Wai, donde las autoridades hallaron 610 kilogramos de cocaína en un contenedor. La droga estaba oculta entre jugos de fruta congelados que habían sido enviados desde el puerto de São Paulo, Brasil, como se lee en un comunicado de prensa emitido por el gobierno el 8 de noviembre.
Los traficantes usaron cilindros de metal en lugar de cubos de plástico para lograr que la cocaína evadiera los escáneres y “para que a los agentes les fuera más difícil y lenta la tarea de desarmado”, afirmó Chan Kong-Ming, superintendente de la policía antidrogas de Hong Kong.
La incautación de noviembre ha sido la segunda más grande de este año. En abril, la policía anunció la incautación récord de un alijo de 700 kilogramos de cocaína. Se cree que dicho cargamento fue transportado por las aguas del Pacífico, para luego ser dividido y ingresado a la ciudad en lanchas rápidas.
Dichas tácticas —y cantidades— son cada vez más frecuentes en Hong Kong. En agosto de este año se realizó la mayor incautación de carga aérea en dicho territorio, cuando las autoridades confiscaron 110 kilogramos de cocaína enviados de Brasil a Hong Kong en dos enormes dispositivos hidráulicos.
De acuerdo con la policía de Hong Kong, entre enero y mayo de este año han incautado 60 veces más cocaína que en el mismo periodo del 2020.
Las autoridades también han descubierto tráfico de cocaína crack en los últimos meses. El 2 de noviembre incautaron 3,5 kilos de crack en la casa de un distribuidor de poca monta. Además, según el informe del South China Morning Post, en el mismo sitio las autoridades hallaron cocaína en polvo y bicarbonato de sodio, elementos utilizados para la elaboración de crack.
Análisis de InSight Crime
Hong Kong ha sido por mucho tiempo un nodo importante en el tráfico de cocaína en Asia, dado que ofrece un robusto mercado de consumo, fácil acceso a China continental y capacidad logística para el transbordo de drogas a través de la región Asia-Pacífico.
“Durante algún tiempo se han estado estableciendo relaciones entre proveedores latinoamericanos y sindicatos ubicados en China, particularmente en lo que tiene que ver con la cocaína”, afirma Jason Eligh, experto de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (Global Initiative Against Transnational Organized Crime, GI-TOC).
La cocaína está llegando desde diversos puntos de salida. En años pasados, las autoridades se han centrado en el tráfico proveniente de Colombia; sin embargo, en 2015, un funcionario de comercio mexicano llamó la atención sobre las enormes ganancias que estaba cosechando el Cartel de Jalisco mediante el mercado de cocaína de Hong Kong. Adicionalmente, los comunicados de prensa señalan a Brasil como el país de origen más frecuente este año, aunque también se han interceptado cargamentos provenientes de Perú, Panamá y Surinam.
La dinámica del contrabando también ha sido diversa. Antes de la pandemia, en 2019, Hong Kong representaba casi el 10 por ciento de la cocaína incautada en toda Asia. La mayor parte llegaba en contenedores, según el más reciente Informe Mundial sobre las Drogas, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En 2020, las restricciones de viaje impuestas debido a la pandemia causaron un drástico aumento, si bien temporal, en el tráfico de cocaína a pequeña escala a Hong Kong por vía aérea. La cocaína incautada en paquetes se multiplicó por diez en 2020, en comparación con el año anterior, lo que llevó a que el precio de cada gramo llegara a los US$220 en el verano, un gran aumento con respecto a los US$140 que valía cada gramo en primavera, como lo indica un informe del South China Morning Post.
Las grandes incautaciones que se han hecho este año indican que se ha reanudado el tráfico de cocaína a gran escala por medio de contenedores y carga aérea, de acuerdo con declaraciones de funcionarios de aduanas. Un alto funcionario dijo al South China Morning Post que más de la mitad de la cocaína incautada probablemente estaba destinada al mercado local.
Además, la evolución y el posible crecimiento del mercado de cocaína de Hong Kong se pueden percibir en la creciente aparición de la cocaína crack, según dijo Eligh, del GI-TOC, en comunicación con InSight Crime.
“La fabricación de crack no es sorprendente, dado que las cadenas de suministro están involucradas y los mercados de la cocaína en polvo evolucionan con la demanda. Además, [la cocaína crack] tiende a dar un mayor retorno de inversión que la cocaína en polvo”, afirmó Eligh.