Las elecciones en Bulgaria del fin de semana pasado pueden aumentar la presión europea sobre Sofía para que haga más en la lucha contra la corrupción. Especialmente tras las protestas del verano pasado, que han provocado la entrada de dos nuevos partidos en el Parlamento.
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Además, el partido del actual primer ministro Boiko Borisov ha perdido apoyos y tendrá que formar una coalición. La profesora de la Universidad de Leiden, Antoaneta Dimitrova, cree que puede ser positivo para Europa.
“Tenemos que ver si este importante voto de protesta contra la corrupción, entre otras cosas, tendrán impacto. Una de las mayores esperanzas a nivel europeo es la entrada en el parlamento del Partido de Bulgaria Democrática. La razón es que esta coalición ha puesto en su programa, en sus objetivos electorales la lucha contra la corrupción de alto nivel.Y la reforma del Poder Judicial, la reforma de la Fiscalía General, que han sido muy problemáticas”, ha puntualizado Dimitrova.
El liderazgo de Boiko Borisov ha sido fuertemente criticado por las ONG por su postura sobre el Estado de Derecho y la libertad de prensa. Pero a diferencia de Hungría y Polonia, el gobierno de centro derecha de Borisov no plantea un problema importante para Bruselas.
“Borissov nunca ha criticado abiertamente el proyecto europeo, siempre ha tenido una estrategia en la que nunca ha sido criticado por ser antieuropeo. Estará bajo presión, pero la presión vendrá principalmente de la Fiscalía Europea, solo porque habrá más investigaciones. Pero la mayor esperanza para el cambio está en Bulgaria. Simplemente al no poder formar gobierno, habrá menos posibilidades de iniciar casos judiciales por motivos políticos, habrá menos posibilidades de usar el Estado a nivel nacional y local con fines corruptos”, ha detallado Dimitrova.
Del futuro gobierno de colación dependerá también si Bulgaria mantiene o no su veto a las conversaciones de adhesión de Macedonia del Norte con la UE.
