A primera vista Ali Kassir, nacido en Líbano, parecía que estaba viviendo la buena vida en Miami con su dinámico negocio, en que importaba equipos electrónicos desde China y los exportaba a Paraguay.
Kassir, naturalizado estadounidense, movía millones de dólares en teléfonos celulares, cargadores de baterías y consolas de videojuegos a través del Aeropuerto Internacional de Miami.
Pero cuando las autoridades federales lo sorprendieron exportando teléfonos iPhone y Samsung falsos importados de Hong Kong, que entonces enviaba a Ciudad del Este, Paraguay, un lugar de mucho interés para las autoridades federales, porque creen que las casas de cambio en esa ciudad cooperan con traficantes de bienes, narcotraficantes y otros delincuentes que se dedican al lavado de dinero, entre ellos algunos que apoyan financieramente a Hezbolá, un grupo con sede en Líbano que las autoridades norteamericanas han designado terrorista.
“Es una zona muy notoria”, dijo el fiscal federal miamense Michael Thakur a un juez federal de distrito en la audiencia de sentencia de Kassir el viernes pasado.
Kassir, de 34 años, quien se declaró culpable en noviembre de confabularse para lavar dinero, además de fraude con pasaporte, fue sentenciado a dos años de prisión por la jueza federal de distrito Marcia Cooke. Kassir no ha sido vinculado con Hezbolá, pero su caso fue investigado por el Equipo Especial Conjunto, liderado por el FBI, en el sur de la Florida. Kassir debe entregarse a las autoridades de prisiones el 6 de septiembre.
Los bienes falsos que pasaron por Miami fueron solamente una parte de las actividades ilícitas de Kassir, según documentos del tribunal. Durante el período de tres años que llevó a su arresto en el 2018, Kassir retiró casi $155 millones de la cuenta bancaria de su compañía de envíos, en su mayoría transferencias bancarias, según una declaración presentada con su acuerdo de negociación de cargos. Pero reportó a la Aduana de Estados Unidos que su compañía, An Imex Inc., exportó unos $85 millones en equipos electrónicos a Paraguay.
Kassir no se limitaba a enviar bienes falsos importados desde China, sino que también creó una empresa pantalla, 4G Global Trading, para ocultar las transacciones ilegales. Y usó las dos firmas para mover millones de dólares para entidades mundiales que querían enviar dinero a las casas de cambio paraguayas, que operan como si fueran bancos, según le declaración adjunta al acuerdo de negociación de cargos en cuestión. Kassir también creó facturas falsas para que pareciera que las transferencias bancarias eran por productos enviados a Ciudad del Este.
“Mensajes en WhatsApp y registros bancarios muestran que Kassir usó cuentas bancarias de An Imex y 4G que controlaba para ocultar gran cantidad de dinero en efectivo dentro de Estados Unidos y transferencias bancarias para facilitar una red mundial de transferencias de dinero no autorizadas”, expresa la declaración.
“Kassir recibió millones en transferencias bancarias de intermediarios que él sabía participaban en esa actividad a cambio de una comisión, que no tenían nada que ver con la compra o venta de productos de Kassir, para oscurecer el verdadero origen de los fondos”.
En la audiencia de sentencia el viernes, el fiscal Thakur describió el esquema como “lavado de dinero a través del comercio”, algo que calificó de un “delito serio”.
“Recibía transferencias de todo el mundo que no tenían nada que ver con esos productos”, dijo Thakur, quien solicitó una sentencia de cuatro años, pero la jueza Cooke lo condenó a la mitad de ese tiempo después que el abogado defensor Jeffrey Weiner pidió arresto domiciliario.
Weiner restó importancia a las transacciones de su cliente con las casas de cambio, diciendo que son comunes en la zona del triángulo fronterizo de Paraguay, Brasil y Argentina, y una parte integral de las operaciones de negocios. Weiner dijo que su cliente usó las casas de cambio para su compañía de envíos, An Imex.
“Eso no es nada inherentemente malo”, dijo Weiner.
En años recientes, las autoridades federales han impulsado investigaciones de numerosas compañías en Miami y Nueva York que compran y venden dispositivos electrónicos en operaciones con negocios del triángulo fronterizo sudamericano, especialmente Ciudad del Este, conocida como un enorme centro de lavado de dinero para todo tipo de actividad comercial y de narcotráfico.
Uno de los objetivos federales es Nader Mohamad Farhat, quien fue arrestado el año pasado en Paraguay y se espera que lo extraditen a Estados Unidos en relación con tres casos de lavado de dinero.
La compañía de cambio de divisas de Farhat —ubicada en el Jebai Center, el centro comercial más lujoso de Ciudad del Este— ayudó a financiar la distribución de equipos electrónicos falsos y transferencias de dinero por valor de millones de dólares, asegún encausamientos federales y fuentes policiales familiarizadas con los casos de Miami y Nueva York.
ALD/ENH