Miembros de la Unidad Antinarcóticos de la Policía de Colombia adelantaron un operativo en zona portuaria de Barranquilla y en las últimas horas lograron el decomiso de 2,4 toneladas de cocaína que estaban listas para zarpar hacia Europa.
Se conoció que la droga estaba oculta en carbón, bajo la técnica de mezclado, y tenía como destino el puerto de Amberes, en Bélgica.
Pormenores de esta incautación fueron entregados en la mañana de este viernes 15 de diciembre por el director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, desde la capital del Atlántico.
El alto oficial detalló que el alijo sería propiedad del Clan del Golfo y que todo el crédito del decomiso debía otorgarse a los uniformados de la Policía Nacional, quienes detectaron la droga mezclada con el elemento natural.
“Se da esta operación contra el narcotráfico gracias a la tecnología que la Policía Nacional ha venido implementando para enfrentar el crimen organizado internacional. Hace aproximadamente cinco meses inauguramos con el gobierno de Estados Unidos el gran Centro Tecnológico para monitorear la carga que sale de los puertos de Colombia al mundo entero.
Este centro tecnológico en Bogotá alerta a la Policía Antinarcóticos acá en el puerto de Barranquilla que hay una carga sospechosa. Con base en esa sospecha, el comandante del puerto de Barranquilla utiliza la experiencia, la capacitación de sus inspectores y entonces ordenan revisar la carga de manera minuciosa. A ojo, como lo pudimos evidenciar, el material tenía dos aspectos, uno rocoso fuerte que es el natural y uno flexible que es el aparentemente contaminado”, explicó Salamanca.
Por otro lado, el director de la Policía precisó que ese tipo de manejo o distribución de narcóticos a través de la modalidad de mezclado se había visto en ocasiones anteriores en líquidos, frutas y café, pero en pocas cantidades. Lo importante, según Salamanca, es que ahora se encontró el uso del carbón coque para este fin y con una cantidad de la que no se tenían registros.
Así mismo, el general hizo claridad en que la investigación no terminaba con el decomiso de la droga. Por el contrario, aseguró que se debían despejar muchos interrogantes sobre el transporte y una serie de trámites que se deben adelantar cuando se pretende exportar algún material.
“Esta investigación no para acá, esta investigación inicia acá. Primero saber dónde se originó realmente la carga, aunque tenemos información de dónde. Segundo, ¿en qué se transportó? ¿De qué manera se transportó? ¿Quién la transportó? Tercero, ¿quién la recibió aquí en el puerto? ¿Quién tramitó los documentos para su exportación? ¿A qué autoridades acudió? ¿Quién lo atendió? Ese es el propósito de mi visita también, para ir al fondo del asunto.
Y que aquí respondan, que tengan que responder. Un trabajo de la Policía, pero no para acá, inicia acá, como siempre reconozco, con el apoyo y coordinación de la Fiscalía General de la Nación”, definió.
Finalmente, el comandante señaló que la droga tiene un valor cercano a los 10 millones de dólares en el mercado ilegal.
Medidas recientes
El pasado mes de octubre, el director de la Policía Nacional, desde Cartagena, dio información de lo que sería la nueva medida de la institución armada para contener el tráfico de cocaína por esta zona portuaria, por la de Barranquilla, desde el río, y por los otros puertos del país, con la designación de cinco oficiales de su entera confianza, en este caso otros cinco generales, para tal fin.
En su momento, Salamanca señaló que la orden fue clara y se planteó “en concordancia” a la solicitud del Gobierno nacional para reducir el tráfico de estupefacientes por las terminales, con prevención, control y supervisión de los uniformados.
De fondo se trata de una estrategia orientada por cuerpos de seguridad de los Estados Unidos como el Departamento Antidrogas, DEA; el FBI, el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos y la División de Operaciones Internacionales, HSI, en la búsqueda de tener manejo directo sobre los puertos para no extender órdenes entre agentes de menor rango que podrían ser sobornados como se ha visto en el pasado.
El reciente decomiso es uno de los más grandes que se ha realizado en Barranquilla, pero no supera al que se adelantó en octubre de 2008 cuando se dio la histórica incautación de 10,5 toneladas de cocaína que se transportaban en dos camiones con dirección al puerto de la ciudad.
Para aquel momento, de acuerdo con información de la Policía, “la mercancía iba a ser camuflada en un cargamento de plastilina y se dirigía al puerto mexicano de Veracruz, donde sería recibida y enviada al mercado de Estados Unidos”. Se informó que la droga, avaluada en ese momento en unos $390 mil millones, pertenecía al grupo de Daniel ‘el Loco’ Barrera, cabecilla del Cartel del Norte del Valle, hoy preso en Estados Unidos.