Genaro García Luna, «No es licenciado, él es un ingeniero mecánico de la UAM, pero ese era su nombre dentro del Cártel de Sinaloa: ‘Licenciado’. Así lo conocían y así se le bautizó dentro del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva. Y así se referían a él, por eso decidimos ponerle el nombre ‘El Licenciado”.
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Así explicó el periodista Jesús Lemus, en entrevista para Infobae México, el nombre de su nuevo libro “El licenciado”, que desnuda hasta las entrañas al responsable del baño de sangre resultado de la violencia que caracterizó al Calderonato (2006-2012) y quien este miércoles comparece en Estados Unidos: Genaro García Luna.
En un principio el autor pretendía hacer un recuento de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno de Felipe Calderón. Pero días después de presentar esa idea a la editorial, García Luna cayó en Texas (8 de diciembre de 2019). Entonces el foco de su obra cambió; ahora se centraría en ese personaje, en toda su extensión.»El licenciado», de Jesús Lemus (Cortesía) «El licenciado», de Jesús Lemus (Cortesía)
El que fuera el “súper policía” y prácticamente mano derecha de Calderón, actualmente responde a la justicia estadounidense por cuatro delitos de corrupción y crimen organizado. Con hasta 189,000 documentos y al menos 17 grabaciones, Estados Unidos se dispone a evidenciar los tan sonados vínculos entre García Luna y el Cártel de Sinaloa.
Él mismo Jesús Lemus fue víctima de la corrupción obscena, patrocinada por el entonces secretario de Seguridad Pública (SSP), que caracterizó al calderonato.
Lemus dirigía un periódico en Michoacán, en el que empezó a informar sobre los nexos de Calderón y su familia con la “Tuta”, líder de la organización criminal la Familia Michoacana. Entonces, en mayo de 2008, policías ministeriales lo levantaron en Guanajuato. La orden era matarlo. No ocurrió gracias a que Reporteros Sin Fronteras de inmediato difundió su desaparición y sabían quienes se lo habían llevado.
Pero el periodista no fue liberado, sino enviado a la cárcel de Puente Grande, en Jalisco, donde estuvo encerrado tres años y cinco días, “porque se molestó el presidente Felipe Calderón y Genaro García Luna es el que me arma todo un expediente, a base de mentiras y de sus famosos testigos protegidos, culpándome de situaciones que nunca cometí y me presenta como un narcoperiodista”, señaló Lemus.Jesús Lemus fue acusado de pertenecer a un cártel narco. Jesús Lemus fue acusado de pertenecer a un cártel narco.
Ahí conoció al que sería una de sus fuentes principales: Sergio Villarreal, el ‘Grande’, el hombre de confianza de Arturo Beltrán Leyva. “Él fue el principal hilo conductor de la unión entre los cárteles de las drogas y Genaro García Luna”.
Eran vecinos de celda, cuenta el escritor, y en las tardes sin qué hacer, el ‘Grande’ –actualmente testigo protegido de la DEA en Texas– relataba sus anécdotas criminales. Entre ellas, contó sobre una reunión en Culiacán, en septiembre de 2006, donde el ‘Mayo’ Zambada y Arturo Beltrán Leyva acordaron sobornar a Calderón para que designara a García Luna, que ya era socio de ellos, como secretario de Seguridad Pública.
“Felipe Calderón recibió sobornos de Sergio Enrique Villarreal Barragán, el ‘Grande’, no se podía decir sorprendido o que no sabía», indica Lemus, entonces “se entiende también por qué Felipe Calderón tiene que ser procesado, no nada más preguntarle a la gente si lo quieren procesar o no”.Felipe Calderón y Genaro García Luna (Foto: Cuartoscuro) Felipe Calderón y Genaro García Luna (Foto: Cuartoscuro)
No es la única vez que un criminal señala a García Luna. En el juicio de Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán también lo mencionaron. Para Lemus, los miembros del crimen organizado delatan a Genaro García por “un odio particular porque se sintieron traicionados”, al ser tan cercanos a él y aún así acabar presos.
Para su texto, las fuentes de Lemus van desde miembros del crimen organizado, algunos actualmente activos; hasta agentes y exagentes de organizaciones nacionales cercanos a García Luna, así como de la DEA y el FBI.
El autor consideró que este es el momento ideal para presentar “El Licenciado” debido a la coyuntura actual, “permite hacerse una idea del contexto bajo el que se está dando este enjuiciamiento».
“Sí me supone un riesgo”
Jesús Lemus insistió en que el empoderamiento de García Luna no fue solo obra de Felipe Calderón, quien «en un algún punto hasta fue su subordinado”, sino que hay otro poderes fácticos que lo respaldaban, por ejemplo, el sector empresarial.
En el libro menciona nombres –como el penalista Gabriel Regino; el empresario Ricardo Salinas Pliego; el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo– a quienes señala como involucrados con García Luna que ahora forman parte del gobierno o son cercanos al presidente.El presidente López Obrador y Alfonso Durazo (Foto: Cuartoscuro) El presidente López Obrador y Alfonso Durazo (Foto: Cuartoscuro)
Y precisamente eso le ha representado un riesgo, «apenas se anunció que saldría el libro de ‘El Licenciado’, empezaron a llegarme amenazas y mensajes intimidatorios”, razón por la que fue acogido por el mecanismo de protección a periodistas.
“Una deuda de honor para Estados Unidos”
Lemus está convencido que la Casa Blanca realmente fue engañada por Genaro García. “Era un eficiente policía y un eficiente espía, y como espía supo cuidarse y cubrirse muy bien las espaldas y mantener engañado al gobierno de Estados Unidos”, reafirmó, “y por eso el enojo».
El autor explicó que EEUU está ofendido en su reputación, además del engaño, porque el “súper policía” también le representó un desfalco económico, al manejar los fondos del Plan Mérida o los destinados a la preparación de combate al terrorismo, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando García Luna estaba en el Cisen.
“Estados Unidos no va a permitir que su sistema de inteligencia quede en entredicho por un funcionario corrupto en México”, advirtió Jesús Lemus.(Foto: Cuartoscuro) (Foto: Cuartoscuro)
Por otro lado, Jesús Lemus está convencido de que “el gobierno federal se mantiene, sin duda alguna, en diálogo con el narcotráfico”, algo que no considera malo, sino necesario. Entonces apuntó a Alfonso Durazo como el conducto entre el gobierno de López Obrador y los líderes del narco.
“Sé que hay negociación para que no se involucre a la sociedad en los actos de violencia y que sigan haciendo su trasiego de drogas como tengan que hacerlo hacia los mercados y destinos internacionales que tengan que hacerse. Esa es la postura para los próximos años, frente al narcotráfico”, concluyó.