¿Es Miami un centro de comercio global para lavar todo tipo de dinero ilícito?

Es Miami un centro de comercio global para lavar todo tipo de dinero ilícito. En aquellos días de Miami Vice, las autoridades federales se obsesionaron con perseguir a narcotraficantes para confiscarles las drogas y el dinero en efectivo. Pero a medida que la ciudad se transformó en un centro de comercio global, también comenzó a lavar todo tipo de dinero ilícito.

Antilavadodedinero / Elnuevoherald

Miles de millones comenzaron a llegar a los bancos del sur de Florida y a invertirse en apartamentos frente al mar y autos de lujo, en su mayor parte robados por cleptócratas políticamente conectados de Venezuela y otros países de América Latina. Aunque las autoridades federales han perseguido el lavado de dinero en los últimos años, es solo en los últimos 12 meses que Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la fiscalía federal han unido fuerzas para enfrentarlo.

HSI creó un grupo de trabajo, inspirado en otro en Nueva York, llamado “El Dorado Sur”. Los fiscales siguieron el ejemplo con su propia sección contra el lavado de dinero.

“Es una tormenta perfecta de corrupción pública en el extranjero y el lavado de dinero”, dijo al Miami Herald Anthony Salisbury, agente especial de Miami a cargo del HSI, en una entrevista reciente sobre la ofensiva.

“Esta es la definición de los ricos corruptos que se enriquecen aún más”, dijo. “Estos tipos harían sonrojar a los narcos, y lo hacen bajo el pretexto de la legitimidad”.

El grupo de trabajo se inició en 2018, pero su enfoque en el lavado de dinero era una de las principales misiones del Investigaciones de Seguridad Nacional que se remontan a un par de décadas, dijo Salisbury. El Dorado, con docenas de miembros locales, estatales y federales, puso bajo un mismo techo a las diversas unidades de delitos financieros de HSI.

Los investigadores de HSI han confiscado más de $1,000 millones en activos, como el guante de la superestrella del pop Michael Jackson, de su gira Bad (valorado en 275,000) y otros recuerdos de Jackson (valorados en $287,000) que eran de una colección que había pertenecido a un vicepresidente de Guinea Ecuatorial, según registros judiciales.

Los casos de corrupción extranjera que maneja la agencia han llevado a unas 250 detenciones, pero algunos acusados, entre ellos varios en Venezuela, siguen prófugos.

Más de la mitad de esos activos —$653 millones— han sido incautados de cuentas bancarias estadounidenses y suizas, incluidos $250 millones entregados el año pasado por Alejandro Andrade, ex tesorero nacional de Venezuela, quien cumple una condena de 10 años de prisión por malversar miles de millones de su gobierno junto con el presunto confabulado Raúl Gorrín, magnate de la televisión caraqueña, quien es buscado por un encausamiento por lavado de dinero y corrupción.

MILLONES EN CABALLOS, CASAS Y AUTOS DE LUJO

El grupo de trabajo de HSI también ha confiscado $296 millones en caballos, relojes y otros bienes personales; $72 millones en bienes raíces y alrededor de $5 millones en vehículos, incluida la incautación el mes pasado de más de 80 automóviles de lujo con destino a la élite política y empresarial venezolana, parte de un grupo supuestamente dirigido por Gorrín, según las autoridades. El abogado defensor de Gorrín negó su participación.

El Dorado South está estructurado como el único grupo de trabajo de su tipo en el país, creado en Nueva York por agentes de Aduanas en 1992.

Kevin Tyrrell, de HSI, quien dirige el grupo, dijo que fue la creación de John Tobon, investigador de lavado de dinero de Miami, quien trató durante años de persuadir a los fiscales de que ese delito no era cometido solo por narcotraficantes que trataban de ocultar sus ganancias ilegales en cuentas bancarias estadounidenses y otros activos como bienes raíces caros.

El lavado de dinero abarcaba un amplio espectro de delitos, desde la corrupción en el extranjero hasta el contrabando de oro, e incluía el uso de empresas fantasma, el uso de testaferros y documentos falsos para ocultar la identidad de los delincuentes.

Tyrrell dijo que los delincuentes se han vuelto cada vez más sofisticados, sabiendo que no pueden simplemente entrar en un banco con $100,000 en efectivo y depositar el dinero. Los bancos no se arriesgan a depositarlo sin saber de dónde viene porque la ley de secreto bancario los obliga a preguntar por la fuente de los fondos. Así que en lugar de llevar el dinero sucio en los bancos, muchos lo usan para inversiones de alto valor o en negocios aparentemente legítimos.

“Es un juego constante del gato y el ratón”, dijo Tyrrell. “A medida que la actividad delictiva ha evolucionado, también lo ha hecho el lavado de dinero. Estas personas son profesionales, tienen experiencia en mover dinero ilegalmente a través del sistema bancario”.

DINERO SUCIO A LA VISTA

El alcance del lavado de dinero sospechoso estaba a la vista de Ariana Fajardo Orshan después que asumió el cargo de fiscal federal en el otoño de 2018, cuando propuso crear una sección de lavado de dinero en su despacho, independiente de unidades similares que ya funcionaban para narcóticos y delitos económicos.

Fajardo le dijo a su personal que mientras conducía por Miami por la noche se sorprendió ante el número de apartamentos de lujo en edificios altos sin luces encendidas, lo que sugiere que eran propiedades de inversión compradas en su mayoría por extranjeros. “¿Cómo puede la gente comprar condominios de varios millones y no vivir en ellos?”

La sección contra e lavado de dinero se puso en marcha en marzo de 2019. El fiscal federal adjunto Peter Forand, quien dirige la sección, dijo que el mandato era “seguir el dinero y ver hasta dónde llega”.

Forand dijo que el objetivo es “interrumpir el flujo de dinero” a través de decomisos, tanto penales como civiles, por cualquier tipo de de actividad ilegal.

“Se trata de decomisarles todos los activos y recuperarlo todo”, dijo. “Es un gran arma de disuasión.”

A principios de este verano, su oficina presentó una demanda para confiscar un lujoso condominio con vista a la Bahía de Biscayne perteneciente a un alto funcionario de la República del Congo.

Denis-Christel Sassou Nguesso, cuyo padre fue presidente de esta nación centroafricana petrolera desde finales de la década de 1970, transfirió millones de dólares a través de un aliado desconocido a cuentas bancarias en el sur de Florida para comprar el condominio por $2.8 millones en la torre de 900 Biscayne Bay, muestran registros judiciales.

Los fiscales dijeron que el hijo del presidente compró el penthouse de 3,500 pies cuadrados con dinero robado de la compañía petrolera nacional del Congo y han presentado una demanda para confiscar el condominio en lo que describen como una supuesta “confabulación internacional de lavado de dinero”.

La mayor captura para los fiscales y los investigadores de El Dorado Sur hasta el momento: Andrade, ex tesorero nacional de Venezuela, quien emitió cheques por un total de $250 millones al gobierno de Estados Unidos el otoño pasado, después que el dinero fue transferido de su cuenta bancaria suiza a sus abogados defensores en Miami. Ese pago se contó para una sentencia de decomiso de $1,000 millones en su contra.

Andrade también perdió lo siguiente en las incautaciones federales: seis propiedades inmobiliarias en el sur de Florida, incluida una granja de caballos en Wellington; una residencia frente al mar en Palm Beach y una finca en Pinecrest (de $33 millones); así como 14 caballos de exhibición ($2 millones), 35 relojes de lujo ($1.5 millones) y 10 autos de lujo ($1 millón), según las autoridades.

Otras incautaciones notables recientes: una residencia frente al mar en Cocoplum y un Rolls-Royce Phantom Drophead Coupe que una vez perteneció a Gorrín, supuesto confabulado con Andrade. Se le acusa de robar miles de millones a la petrolera estatal venezolana y entregar fondos al ex tesorero.

Las autoridades federales tienen el ojo puesto en su casa de 6,000 pies cuadrados, que se estaba vendiendo por $8 millones, y el convertible Rolls de $200,000, junto con otras 20 propiedades inmobiliarias por valor de decenas de millones de dólares en Miami y Manhattan.

“Los cleptócratas están robando a su propia gente y a su propio país”, dijo Salisbury, de HSI. “El 1% o 2% de la riqueza del país se destina a las élites relacionadas vinculadas con Maduro. De eso se tratan estos casos”.

Traducción de Oscar Díaz.

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Dylan DeFrancisci, director de Aduanas y Protección Fronteriza en el Port Everglades, pasa junto a más de 80 vehículos confiscados por Investigaciones de Seguridad Nacional en esa instalación, el martes 7 de julio de 2020. Los vehículos, con un valor de $3.2 millones, se iban a enviar a Venezuela. Los autos, supuestamente comprados por un grupo vinculado con el gobernante Nicolás Maduro, fueron interceptados por las autoridades. 

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