Afganistán ha sido sacudido por acusaciones de acoso sexual en los niveles más altos del gobierno. Los funcionarios niegan haber cometido delito alguno pero una investigación de la BBC recoge testimonios de varias mujeres que describen una cultura de abuso.
En una casa cerca a las montañas polvorientas que rodean Kabul, me encuentro con una exempleada del gobierno. La mujer pide permanecer en el anonimato porque teme represalias. Pero quiere que el mundo escuche su historia. Dice que su exjefe, un ministro del gobierno, la acosó repetidamente y que un día que fue a su oficina trató de agredirla físicamente.
«Me pidió directamente un favor sexual. Le dije que yo estaba calificada y que tenía experiencia. Nunca pensé que me diría esas cosas. Me levanté para irme. Me agarró la mano y me llevó a una habitación en la parte de atrás de su oficina. Me empujó hacia dentro y me dijo: ‘Solo tomará unos minutos, no te preocupes, ven conmigo'», cuenta.
«Lo empujé y dije: ‘Basta, no me hagas gritar’. Esa fue la última vez que lo vi. Estaba muy enojada», recuerda. «Después del examen sentí que todos me juzgaban»: la vergonzosa «prueba de virginidad» para mujeres en Afganistán.
La mujer asegura que otras dos compañeras le han dicho que el mismo Ministro las violó, una acusación que la BBC no pudo verificar de manera independiente.
«Lo hace descaradamente, sin ningún temor, porque es un hombre influyente en el gobierno», dice ella. Un informe de Naciones Unidas publicado en 2018 detalla cómo las mujeres que son víctimas de delitos sexuales y violencia son presionadas para que retiren sus denuncias.
Es por eso que la mayoría de las seis mujeres con las que hablamos temían ser citadas. Pero a partir de nuestras conversaciones con ellas, dedujimos que el acoso sexual es un problema en el gobierno afgano que no se limita a un solo individuo o ministerio.
Ella había postulado a un puesto en el gobierno y casi lo tenía asegurado cuando alguien le pidió que se reuniera con un asistente cercano del presidente afgano Ashraf Ghani.
«Este hombre aparece en fotografías con el mandatario. Me pidió que fuera a su oficina privada. Dijo: ‘Ven, siéntate, aprobaré tus documentos’. Luego se me acercó y me propuso que bebiéramos y tuviéramos relaciones sexuales'», cuenta.
Promover la prostitución
Estas historias no se habían contado o solo se hablaban en voz baja, hasta que el tema salió a la luz en mayo, cuando el general Habibullah Ahmadzai, un exasesor del presidente y ahora rival político, lo mencionó durante una entrevista en un canal de noticias afgano.
Pero la prominente activista de los derechos de las mujeres Fawzia Koofi, hasta hace poco diputada, dice que ha recibido muchas denuncias de acoso sexual contra hombres del gobierno actual. «La respuesta del gobierno es defensiva. Lo ven como un problema político en lugar de uno que se trata de todas las mujeres de Afganistán», explica.
«Hay una cultura de impunidad. Los hombres que son los perpetradores se sienten protegidos dentro de este gobierno, por lo que seguirán cometiendo estos delitos», advierte.
Investigación
El gobierno ha ordenado una investigación sobre las denuncias de acoso sexual. Está siendo conducida por la oficina del fiscal general, un hombre designado por el presidente.
«La constitución le da derecho al fiscal general de ser independiente. También hemos pedido a activistas, clérigos musulmanes y organizaciones de derechos humanos que formen parte de la investigación para asegurar a las personas que somos imparciales», dice.
BBC