España recuperó 178 millones de euros en la lucha contra el fraude fiscal

La Hacienda Tributaria de Navarra recuperó el pasado año 178,6 millones de euros en la lucha contra el fraude fiscal, un 11% más que el año anterior, cuando se obtuvieron 160 millones de euros.

Este dinero proviene de la labor de Inspección, de las actas y la regularización de la situación tributaria de determinados contribuyentes, pero también de la gestión tributaria y de la recaudación con actuaciones que “corrigen malos comportamientos”.

La cifra recuperada en 2018 supone el 7,3% de la recaudación líquida del año, frente al 6% el año anterior. En cuanto al número de actuaciones llevadas a cabo el pasado año para obtener estos resultados, ascendieron a 117.235, un 12,4% más que en 2017.

Estos son algunos de los datos dados a conocer por el consejero de Hacienda y Política Financiera del Gobierno de Navarra, Mikel Aranburu, en la Comisión de Lucha contra el Fraude Fiscal, que este lunes ha celebrado su última reunión de la legislatura en el Palacio de Navarra.

El consejero ha destacado, en declaraciones a los periodistas antes del inicio de la reunión, que esta comisión, “que puso en marcha este Gobierno a pesar de que estaba prevista desde hacía años”, ha resultado “muy útil” en estos años para “darnos una visión y orientar todas las actividades de la propia Hacienda en contra del fraude fiscal”.

“Las aportaciones han sido interesantes, aunque no todas se pueden desarrollar porque requieren en muchos casos modificaciones legales”, ha expuesto Aranburu, para explicar que esta última reunión tiene como objetivo “dar cuenta del resultado de la lucha contra el fraude en 2018”.

Según ha indicado, Navarra cuenta con un plan de control tributario anual y un plan de lucha contra el fraude fiscal cuatrianual, de 2016 a 2019. Y también ha puesto en valor las medidas legales puestas en marcha a lo largo de esta legislatura para “luchar contra el fraude y mejorar la gestión” contra la economía sumergida.

Preguntado por cuáles han sido las razones del incremento de un 11% en el dinero obtenido en la lucha contra el fraude fiscal, Aranburu ha explicado que ha influido “un poco de todo” y ha remarcado que “el fraude fiscal en sí mismo va a ser difícil de erradicar” porque “es algo que está muy en el ADN de los ciudadanos“.

Además, ha puesto de manifiesto que “las ingenierías financieras y fiscales de las grandes multinacionales cada vez son más poderosas”, una realidad ante la cual “nuestra pequeña Hacienda foral poco puede hacer si no es en base a la coordinación e intercambio de información en lo que estamos avanzando muchísimo a nivel del Estado y a nivel europeo”.

En todo caso, ha incidido en la idea de que “determinadas operaciones o ingenierías más agresivas desde el punto de vista fiscal van muy por delante a veces de la legislación”.

En opinión del consejero, “confiar la lucha contra el fraude fiscal solamente a la Hacienda Tributaria es no querer combatir el fraude” y ha subrayado que “es algo que implica a toda la sociedad, es un tema de concienciación“.

Para Aranburu, los recursos que se destinan en esta lucha son “insuficientes”, se “llega a lo que se llega”, por lo que ha apostado por “una mayor implicación de toda la sociedad, sin perjuicio de que podamos reforzar también como lo hemos hecho en estos cuatro años incrementando en 22 personas el personal específico de lucha contra el fraude, como son los técnicos y los gestores”.

Por otro lado, preguntado por cuáles son los sectores que más defraudan a la Hacienda foral, ha señalado que “hay un sector que muchas veces se pone el foco en él, como son las grandes empresas que tienen capacidad de hacer estrategias agresivas”, pero “también hay sectores más próximos a nosotros, que están más cercanos al contribuyente final, que tienen más facilidad para eludir u ocultar determinadas cifras de negocio”.

Ha remarcado así que “en todo el espectro de la actividad económico empresarial tenemos fuentes de fraude fiscal”. Según ha indicado, el IVA y el impuesto de Sociedades “suelen llevar un mayor peso” en el fraude fiscal, ya que “también tienen una mayor carga presupuestaria”, mientras que el IRPF “en la medida que el mayor porcentaje son rentas de trabajo, que están controladas, el fraude suele ser menor”. No obstante, en el IRPF “también están los rendimientos de empresarios y profesionales en los cuales también se halla habitualmente un fraude fiscal”.

ACTUACIONES DE CONTROL E INSPECCIÓN 

En concreto, los resultados directos de las actuaciones de control del fraude fiscal incluyen los arrojados de las actas de Inspección, las liquidaciones de Gestión, los recargos de apremio e intereses de aplazamientos de Recaudación y las declaraciones presentadas tras haber sido requeridas por la Administración.

El importe de estos resultados ascendió en el año 2018 a 120,44 millones de euros, lo que supuso, respecto a los resultados directos de las actuaciones del 2017, un incremento absoluto de 13 millones de euros, un aumento del 12%.

En cuanto a los resultados inducidos de las actuaciones de control, corresponden a las declaraciones presentadas fuera de plazo, por actuaciones de Hacienda Tributaria de Navarra, no formalizadas en un requerimiento, sino que pueden derivarse de comprobaciones realizadas en otros periodos del mismo contribuyente o en otros contribuyentes de características similares.

El importe de estos resultados ascendió en el año 2018 a 31,1 millones de euros, lo que supuso, respecto a los resultados inducidos de las actuaciones del 2017, una bajada de 0,6 millones de euros (-1,8%).

TRES ÁREAS EN LA LUCHA CONTRA EL FRAUDE 

El área de Gestión, encargada de la revisión ordinaria de las declaraciones de los diferentes impuestos, fue la que logró una mayor recuperación, concretamente, 88.960.501 euros con la revisión de 58.021 liquidaciones. Si a ello se restan los ingresos inducidos (23,2 millones a través de 14.987 liquidaciones), el total asciende a 65,77 millones.

La mayor parte de este importe se ha recuperado a través de la revisión de las declaraciones de IVA (16,8 millones de euros), aunque también destacan el Impuesto de Sociedades (10,3 millones), los requerimientos (9,6 millones), el IRPF (5,8 millones) y las sanciones (6,3 millones). El resto del importe recuperado se ha obtenido a través de recargos de las declaraciones extemporáneas (3,8 millones) y el resto de impuestos (12,99 millones).

Por su parte, el área de Inspección, dedicada a la investigación de los posibles fraudes, ha realizado un total de 938 actuaciones mediante las que se han recuperado 53.993.459 euros.

Por último, a través del área de Recaudación, dedicada al cobro en apremio de las deudas con Hacienda, se han enviado 58.261 notificaciones que suman un total de 8.582.000 euros de devengo entre recargos de apremio e intereses de aplazamientos.

Por sectores de actividad, la inspección se ha fijado en Internet y en las redes sociales como nuevas áreas de la economía sumergida. Se suman a otras que suelen ser objeto de control específico como los alquileres a corto y largo plazo, la compraventa de vehículos, las transmisiones de inmuebles, los profesionales del derecho y la salud y los de la agricultura y la hostelería que trabajan por módulos.  

ALD/Noticiasdenavarra

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