Las estafas en el caso de los ciudadanos y las extorsiones en el de las empresas son las principales preocupaciones detectadas por el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe) entre los usuarios de internet.
Antilavadodedinero / Cope
Así lo ha destacado la directora general del Incibe, Rosa Díaz, en el curso de verano de la Universidad Complutense organizado por la Fundación Policía Española.
Rosa Díaz ha explicado que el Incibe ha detectado que las principales preocupaciones de los ciudadanos en general cuando usan la red son las estafas, los fraudes, la suplantación de identidad y la “sextorsión”, y en el caso de las empresas las extorsiones y la concienciación de los empleados.
Ha añadido que en el teléfono habilitado por el Incibe de ayuda a incidentes, el 017, se atienden también numerosas consultas sobre los sufridos por menores, realizadas en el 70 por ciento de los casos por sus familiares, seguidas de las efectuadas por educadores y cada vez en mayor medida por adolescentes.
Rosa Díaz ha recordado que en 2020 el Incibe gestionó 133.155 incidentes de ciberseguridad frente a los 107.397 de 2919, lo que significa un aumento del 24 por ciento, y desde el comienzo de la pandemia del coronavirus COVID-19 el número ha ascendido a 153.720.
La directora general del Incibe ha informado de que son necesarios profesionales de múltiples disciplinas para trabajar en el sector de la ciberseguridad y no solo ingenieros informáticos o matemáticos sino también de otras especialidades como abogados y psicólogos por ejemplo ya que se trata de crear equipos multidisciplinares.
Ha adelantado que el Incibe va a invertir más de 200 millones de euros para financiar a través de licitaciones acciones que tengan como objetivo nuevos productos y servicios en este campo.
Díaz ha comentado que en los últimos meses, en el contexto de la pandemia, ha continuado la evolución de los fraudes y estafas en internet pero sobre todo con el gancho de vender productos para combatir el coronavirus COVID-19.
Precisamente ha comentado que a raíz de los confinamientos por el estado de alarma se ha generalizado el teletrabajo que provoca una mayor exposición a los ciberdelincuentes.
Por ello ha dicho que el objetivo es fortalecer la concienciación y la capacidad de recursos de ciberseguridad de la ciudadanía y de las empresas, sobre todo de pymes y autónomos.
Asimismo, desarrollar la industria nacional propia en este ámbito de la ciberseguridad y retener el talento de los profesionales de este sector en España, que ahora tienen oportunidades de trabajo porque “hay una brecha entre la oferta y la demanda”.
