Exdetective de Nueva York culpable de mentir al FBI por estar vinculado a la mafia Bonanno

Había un murmullo bajo, un zumbido casi imperceptible que solo se rompía con el crujir de los zapatos sobre el suelo pulido. El foco de atención estaba en Héctor Rosario, un ex detective de 51 años del condado de Nassau, acusado de un delito grave: mentir al FBI. La gravedad del caso residía no solo en la falsedad de sus declaraciones, sino en quién estaba protegiendo: la familia criminal Bonanno.

Durante años, según la fiscalía, Rosario, residente de Mineola, recibió miles de dólares de miembros de la familia Bonanno. A cambio, alertó a un mafioso sobre una investigación en curso y hasta proporcionó la dirección de un testigo que, se creía, cooperaba con las autoridades. La fiscal federal para el Distrito Este de Nueva YorkJohn Durham, lo calificó sin ambages como un «detective corrupto».

La acusación incluía un cargo de obstrucción a la justicia, que podía conllevar hasta 20 años de prisión. Sin embargo, el jurado lo absolvió de este cargo, aunque lo encontró culpable del delito menor de mentir al FBI. Este último cargo, aunque menos grave, implica una condena potencial de hasta cinco años de prisión.

El caso destapó una red de juegos ilegales operados por la familia Bonanno en los suburbios de Nueva York. Los fiscales describieron a los implicados, con apodos como «Joe Fish», «Sal the Shoemaker» y «Joe Box», como responsables de casas de juego clandestinas camufladas en lugares tan cotidianos como una cafetería, un club de fútbol y una zapatería. Se les acusa, además de apuestas ilegales, de crimen organizado, lavado de dinero y conspiración.

Rosario fue despedido del departamento en 2022. Sus abogados, que planean apelar la condena según reportes de The New York Times y Newsday, argumentaron que el caso se basaba en el testimonio poco confiable de mafiosos que cooperan con la fiscalía a cambio de reducciones en sus propias sentencias. Por el momento, Rosario permanece en libertad bajo fianza.

El caso, lejos de ser un mero incidente aislado, revela la persistencia de la mafia en el entramado social de Nueva York, su capacidad para infiltrar instituciones y la complejidad de desmantelar estas organizaciones criminales profundamente arraigadas.

diariodesonora

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