Jaime Eduardo Urueta recibió $35 millones en sobornos para favorecer a la multinacional en un contrato de pruebas a pozos petroleros.
Luego de cuatro años de que estallara el escándalo de la multinacional Petrotiger, señalada de maniobras ilícitas para quedarse con millonarios contratos de Ecopetrol, fue condenado uno de sus protagonistas: el ingeniero de la empresa de petróleos colombiana Jaime Eduardo Urueta. El exfuncionario recibió un soborno de $35 millones para que la empresa estadounidense se quedara con un contrato de más de $140.000 dólares.
Aunque desde agosto de este año se sabía que el exfuncionario sería condenado, hasta este miércoles se conoció el tiempo que deberá pasar en la cárcel. Tras hallarlo culpable de los delitos de cohecho y enriquecimiento ilícito de particulares, el Juzgado 30 Penal del Circuito de Bogotá le impuso al ingeniero Urueta una condena de 8 años y 6 meses de prisión.
El rol de Urueta en el escándalo de Petrotiger, por el que fueron condenadas seis personas en Colombia y tres en Estados Unidos, consistió en recibir un dinero a cambio de gestionar la adición de un contrato para la multinacional Petrotiger en 2009.
“De acuerdo con el material probatorio, Urueta Martínez, ingeniero de producción de Ecopetrol, fue contactado para que favoreciera a Petrotiger con la adición del contrato N° 4024510. Las evidencias permitieron conocer que el exfuncionario recibió $35 millones por esta intervención indebida”, explicó la Fiscalía.
El caso Petrotiger se remonta a 2008, cuando los empresarios John Sigelman y Knut Hammarskjold, fundadores de la empresa Petrotiger, llegaron a Colombia por el naciente boom petrolero. Empezaron a contratar con Ecopetrol prestando servicios asociados a trabajos de perforación y producción de pozos. Su negocio creció rápidamente y a ellos se unieron fondos locales e internacionales que invirtieron $45 millones de dólares, adquiriendo el 95 % de las acciones de la firma. Sin embargo, en 2010 las cuentas no cuadraban y sus finanzas estaban en rojo.
La junta directiva de Petrotiger sacó a Sigelman y Hammarskjold de sus cargos como copresidentes por las irregularidades en la administración y la firma Jega realizó una auditoría forense a principios de 2011, evidenciando una serie de pagos no soportados a personas desconocidas. Petrotiger radicó las respectivas denuncias ante el Departamento de Justicia de EE.UU. y fue así como se descubrieron los sobornos que se pagaron a funcionarios de Ecopetrol con el fin de que nos les arrebataran los contratos que tenían en Colombia por más de 49 millones de dólares.
Por su parte, en Colombia, tras una denuncia en 2014 de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, la Fiscalía rastreó las irregularidades. El ente investigador encontró, entonces, que a través de la creación de una empresa fachada llamada AZ Transportes se gestionaron varios proyectos, como por ejemplo Palo de Agua, para justificar la plata que se destinaba para los sobornos. Todo se hizo con falsas facturas de transportes que jamás se realizaron. Fuentes cercanas al proceso indicaron que el representante legal de AZ Transportes reconoció que se trataba de una sociedad de papel.
Por el caso ya fueron condenados en Colombia David Orlando Durán Flórez y su esposa Elgui Johana Navarro Carvajal, así como Eduardo Acosta, Marcos Mauricio Vesga Niño y Luis Francisco Guinard Voelkl, expresidente de Petrotiger.
A su vez, en Estados Unidos ya han sido condenados Knut Hammarskjold, Gregory Weisman y Joseph Sigelman, directivos de la multinacional, quienes también participaron del esquema de sobornos.
ALD/Elespectador