El exdirector de la petrolera mexicana Pemex Emilio Lozoya fue trasladado este viernes a un hospital por varios problemas de salud como anemia detectados a su llegada a México tras ser extraditado desde España, por lo que se pospuso su primera cita ante un juez mexicano, informó la Fiscalía General de la República (FGR). Quien fuera estrecho colaborador del expresidente de México Enrique Peña Nieto se enfrenta a varios procesos por corrupción, entre ellos uno en el que está implicada la constructora Odebrecht que le habría pagado una millonaria suma en concepto de sobornos.
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Tras varios meses ingresado en una cárcel española, el fugitivo, que durante mucho tiempo fue considerado un influyente empresario con una carrera meteórica dentro de la política y luego al frente de la Pemex, ha sido finalmente llevado a México. Lozoya se ocultó en una lujosa urbanización malagueña hasta que fue localizado y arrestado por la Policía Nacional.
Finalmente, la Audiencia Nacional autorizó el pasado 6 de julio su extradición a México. Aunque la república del nopal, la serpiente y el águila parece tener una capacidad infinita de resiliencia ante la violencia y la corrupción, la llegada de Lozaya supondrá un nuevo examen para el sexenio del expresidente Peña Nieto.
Emilio Lozoya Austin pasó de ser un economista de buenas credenciales y miembro del primer círculo del presidente Peña Nieto (2012-2018) a protagonista de un escándalo de corrupción que promete sacudir los cimientos políticos del país.
Lozoya enfrentará en México acusaciones por lavado de dinero, asociación delictiva y cohecho acusado de recibir 10,5 millones de dólares en sobornos de Odebrecht en la campaña presidencial de Peña Nieto y participar en la compraventa irregular de una planta de fertilizantes por 280 millones de dólares.
Odebrecht habría pagado esa cifra millonaria a Lozoya para que en el futuro el gobierno de Peña Nieto ganara una licitación valorada en 115 millones de dólares para remodelar una refinería. Son acusaciones y revelaciones que se suman a otras anteriores que están haciendo mella en la obra del último sexenio presidencial.
Otro de los escándalos que están salpicando el mandato de Peña Nieto no viene precisamente de su entorno, como en el caso de Lozoya, sino del del que fuera el narcotraficante más temido de México; Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán. Durante el juicio que se celebró contra el antiguo líder del cartel de Sinaloa en la corte federal de Nueva York el pasado año, un par de testigos antiguos colaboradores de El Chapo declararon que el traficante le pagó al presiente 100 millones de dólares en sobornos.
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Lozoya, expresidente de Pemex de 45 años de edad, es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, tiene una maestría en Desarrollo Internacional de Harvard. Su proximidad con Peña Nieto se inicia cuando el futuro presidente era el gobernador del Estado de México (2005-2011). Más tarde estuvieron juntos durante la campaña electoral y posteriormente en el gobierno de República.
