Rodrigo Rato, exvicepresidente de Gobierno y expresidente de Bankia, se sentará en el banquillo tras la apertura de juicio oral contra él y otras doce personas por presunto delito de corrupción entre particulares en los contratos publicitarios de las empresas Publicis y Zenith con Bankia, en la que será la primera pieza de el conocido como caso Rato que será enjuiciada.
La pieza trata de los contratos firmados por Bankia en los ejercicios 2011 y 2012 con las empresas Publicis y Zenith Media sobre la expansión de la marca Bankia y de su salida a Bolsa, en los que habría mediado una comisión de 2,02 millones de euros Rato y “varias personas de su máxima confianza”, como su secretaria o sus testaferros.
Según Anticorrupción, Rato, “con desprecio al principio de lealtad al que le obligaba su cargo”, habría percibido 835.024 euros a través de Kradonara 2001, epicentro de su entramado societario. La Fiscalía pide cuatro años de prisión para el exdirectivo.
El juez requiere una fianza de 4,5 millones de euros a cada uno de los procesados (58,7 millones en total), entre los que se encuentran, además de quienes fueran directivos de las compañías de publicidad, la secretaria personal de Rato, Teresa Arellano, y los supuestos testaferros del exministro, Alberto Portuondo y Miguel Ángel Montero. Entre los acusados también se encuentra el ex consejero ejecutivo de Bankia José Manuel Fernández Norniella, para quien se piden 3 años de prisión.
La Fiscalía Anticorrupción pide cuatro años de prisión para el exvicepresidente del Gobierno y multa de 2,5 millones de euros por haber decidido “sacar provecho económico” para favorecer a Zenith y Publicis a cambio de comisiones por importe de dos millones de euros.
Anticorrupción otorga un papel primordial en los hechos a Portuondo. Para él reclama idéntica condena que a Rato por contactar “a mediados de 2010” con los representantes de Zenith y Publicis para que ambas empresas “accedieran en condiciones ventajosas y preferentes a los concursos de publicidad de que iban a orquestar”.
En febrero de 2011 Publicis firmó el contrato de publicidad con Bankia, en tanto que justo un mes más tarde Zenith hizo lo propio con la matriz, BFA, a pesar de que había “opciones más favorables económicamente”, y “de espaldas” al Consejo de Administración.
ALD/LV