Según información de El Tiempo, se reveló en exclusiva que el capitán (r.) del Ejército, Andrés Fernando Medina Rodríguez, buscará un preacuerdo con la Fiscalía en el que aceptará ser el cerebro de los atentados tanto a la Brigada 30, el 15 de junio pasado, como al presidente Iván Duque, diez días después.
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Pero su defensa advirtió que no va a delatar a nadie y que solo le apunta a reducir la sentencia que le espera por terrorismo, tentativa de homicidio, concierto para delinquir, porte ilegal de armas y daño en bien ajeno.
Este diario estableció que tanto Medina como su abogado, Luis Alberto Rodríguez, saben que existe una alta probabilidad de que el otrora destacado oficial termine extraditado a Estados Unidos. Eso explicaría por qué a la Fiscalía de Colombia no le está ofreciendo información sobre sus ‘patrones’ y otros cerebros de los actos terroristas.
El propio penalista le admitió a EL TIEMPO la probabilidad de la extradición y él mismo dio los argumentos: «En la brigada había militares de Estados Unidos«.
De hecho, en el video que alias el Capi grabó dentro de la brigada señalando dónde iba a poner el carro bomba, menciona directamente a los hombres del comando sur que están en esa guarnición militar ayudando a combatir el narcotráfico.
«En esa callejuelita es donde vamos a dejar el paquete (…) allá más adelante están los gringos, véalos«. Campamentos en Venezuela
Esa información ya la tiene el FBI, agencia que ha participado activamente en las investigaciones de los dos atentados. Y como en el caso de alias Sonia, la guerrillera de las exFarc extraditada a Estados Unidos y quien ya quedó en libertad, esta historia tiene un tentáculo en el narcotráfico y ese podría ser el tiquete de extradición de Medina.
Este diario estableció que se indaga si, además de estar al servicio del frente 33 de las disidencias de las exFarc para ejecutar atentados, también estaba involucrado en el tráfico de cocaína por Venezuela.
Esas rutas y los campamentos de las disidencias ubicados al otro lado de la frontera desde donde se planearon los atentados son información clave para la DEA y el FBI. También hay un alto interés tanto de Washington como de Bogotá por saber quién le estaba filtrando información reservada a Medina y a las disidencias para atentar contra el presidente Duque, no solo en Cúcuta.
Organismos de inteligencia saben que también se tejió un plan para intentar asesinarlo en su desplazamiento a Cali los primeros días de las jornadas de protesta. Además, se sabe que estaban pagando por información sobre sus itinerarios partiendo y llegando de Catam, el aeropuerto militar de Bogotá.
El combo de Medina
Para que Medina hable sobre sus desplazamientos a Venezuela a recibir plata e instrucciones del frente 33 hay un punto de presión: él y su abogado buscan librar de cualquier responsabilidad penal a Joaquín Medina Daza.
Se trata del padre de alias el Capi, que aparece negociando la Toyota usada como carro bomba.
El abogado Rodríguez dice que Medina Daza fue usado por su hijo y no tiene nada que ver con los atentados, pero este también podría terminar en Estados Unidos.
Esa carta de las autoridades podría ayudar a que alias el Capi también termine confesando quiénes son sus ex compañeros del Ejército que le están filtrando información reservada sobre los movimientos de Duque.
EL TIEMPO tuvo acceso a un informe de inteligencia en donde se señala que hay un teniente y un coronel con los que estuvo durante varios años en el Batallón de Movilidad y Maniobras de Aviación en Bucaramanga, y con los que mantenía comunicación permanente. Uno de ellos ocupa un cargo de relevancia en el comando del Ejército y los investigadores están interesados en escucharlo para conocer hasta dónde llegaba su nexo con alias el Capi.
Por ahora, solo Medina ha abierto la posibilidad de aceptar cargos luego de que su abogado calificara de contundente la evidencia en su contra, pero se da por hecho que al menos otros dos de los capturados seguirán ese camino.