Familia de ex secretario de Kirchner asesinado es acusada de lavado de dinero

Después del requerimiento del fiscal federal Carlos Stornelli, se clausuró la instrucción y se envió a juicio oral a Teresa Amalia García y a Valeria Martinovich, la madre y la hermana de Fabián Gutiérrez, el ex secretario privado de la vicepresidenta asesinado en julio del año pasado. Están acusadas por lavado de dinero en una causa vinculada al caso conocido como los Cuadernos de la Coimas. Son en total catorce los imputados que afrontarán el debate oral, tras la elevación firmada por el juez Julián Ercolini.

Antilavadodedinero / clarin

Fabián Gutiérrez era millonario. Para la justicia su patrimonio no podía justificarse y en juego hay bienes por 900 millones de pesos. El ex secretario de Cristina Kirchner fue asesinado en julio de 2020 en El Calafate, donde levantó gran parte de los comercios y adquirió propiedades, que son parte de la investigación por lavado de dinero.

Cuando el juez Carlos Narvarte acusó a los tres jóvenes señalados como responsables del crimen, se refirió a una búsqueda de dinero por parte de ellos. El juez de Recursos confirmó su hipótesis y habló de dólares que podrían ser de origen ilícito.

Al momento de ingresar a la Administración Pública Nacional, Gutiérrez sólo contaba con un automóvil “Chevrolet Tigra modelo 2000”, valuado en 18.000 pesos, y detentaba depósitos y dinero en efectivo por el total de 37.590 pesos. Según el fiscal Carlos Stornelli, que pidió que su familia sea enviada a juicio oral, terminó manejando un «flujo de dinero que excedía notoriamente la capacidad económica del ex funcionario».

La justicia fue más allá, y en la acusación se indicó que no se podía omitir el “gran vínculo de confianza con el matrimonio de Néstor Carlos Kirchner y Cristina Elisabet Fernández, a lo largo de los años” porque «excede las tareas propias que un Secretario de Presidencia pueda tener respecto de un Ministerio específico del Estado Nacional”. Además, se detalló que «Gutiérrez estuvo presente en lugares donde se desarrollaba la dinámica referente a la recaudación, puntualmente, cuando era entregada a uno de sus destinatarios finales».

El patrimonio de Fabián Gutiérrez, que según la Justicia nunca logró justificar, incluye decenas de casas, yates, autos de alta gama, hoteles y empresas. Ahora buscarán rematarlos. «Las numerosas propiedades inmobiliarias, la variedad de vehículos de alta gama, los hoteles y las embarcaciones de las que dio cuenta la amplia encuesta llevada adelante por el Magistrado Instructor se traduce, con la provisoriedad de esta instancia, en la convicción requerida para afirmar la materialidad de los hechos», se determinó en la causa al sostener que todos esos bienes fueron adquiridos de forma ilícita.

La madre y la hermana de Gutiérrez quedaron involucradas en la causa porque, según la Justicia, los movimientos de dinero que realizaron «no se condicen» con su capacidad económica. Los embargos contra ellas son por 650 millones de pesos.

Durante la instrucción, la justicia dio por acreditada la existencia de una «organización criminal que desde las máximas autoridades del Poder Ejecutivo de la Nación y del ex Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, en el período que va del 25 de mayo de 2003 al 9 de diciembre de 2015, diseñaron un mecanismo para recaudar dinero ilegal con el fin de enriquecerse ilícitamente y además destinarlo a la comisión de otros delitos».

En ese expediente, conocido como los Cuadernos de las Coimas, Cristina Kirchner es la principal acusada: fue enviada a juicio como jefa de la asociación ilícita que, sostiene la imputación, se dedicó a la recaudación de fondos ilegales. 

Al momento de referirse al tramo que involucró a Gutiérrez, se determinó que parte de ese dinero resultado de los presuntos sobornos, fue recibido por el ex secretario y «puesto en circulación en el mercado con el fin de aparentar un origen lícito».

Las maniobras se pudieron concretar mediante operaciones de compra y venta, permutas y donaciones de bienes muebles e inmuebles «con sobrevaluaciones y subvaluaciones, constitución de sociedades que luego no tuvieron actividad comercial o sin la capacidad económica para las operaciones que realizaron; simulación de deudas o hipotecas», sostiene la acusación con las que se los envió a juicio oral a los involucrados.

Como parte de esas operaciones de lavado de dinero, se determinó también que las conformaciones societarias tenían «escasa utilización del sistema bancario para evitar la trazabilidad de los fondos; ingresos y bienes no declarados o declarados de forma errónea para dificultar la detección de los mismos; operaciones que no se condicen con la capacidad económica de aquellos, entre otras maniobras, generando de esta forma confusión sobre sus patrimonios».

Las actividades ilícitas del ex secretario se habrían llevado a cabo aproximadamente entre los años 2008 y 2018, “destinándose parte de los fondos ilícitos provenientes de la corrupción pública a la adquisición de propiedades y bienes muebles en este país, más precisamente en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en las provincias de Buenos Aires, Santa Cruz y Tierra del Fuego”.

Ese cuantioso patrimonio fue expuesto por la Unidad de Información Financiera (UIF) de la gestión macrista, cuando denunció a Gutiérrez y a su entorno por lavado de dinero. Se trata de 36 inmuebles (casas, cabañas, hoteles) ubicados en El Calafate, Río Gallegos y Ushuaia, cerca de 35 autos y al menos tres embarcaciones.

De dichas maniobras habrían participado Fabián Gutiérrez, su madre Teresa Amalia García, su hermana Valeria Alejandra Martinovich, ambas como coautoras de lavado de dinero, y otro conjunto de imputados: Matías Enrique Lazzaro Raimondo, Oscar Raúl Núñez, Humberto Rodrigo Mieres Vera, Diego Carlos Riestra, Germán Alberto Rodríguez, Alberto Luis Fernández, Rosa Susana Gillone, Diego Miguel Derdey, Diego Fernando Mangione, Javier Alfredo De La Torre, Jorge Mozo y David Maico Miguel.

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