A juicio de González, el alto número de confidencias y otra información relacionada a actos de corrupción que llegó ante la atención del FBI y otras dependencias federales es muestra de que la ciudadanía ya está cansada.
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Para el director del Negociado de Investigaciones Federales (FBI, en inglés) en Puerto Rico, Joseph González, durante el 2022 los efectos de la corrupción gubernamental y el trasiego de drogas se fueron “mano a mano”.
El funcionario equiparó ambas áreas delictivas durante una mesa redonda con EL VOCERO en la que pasó revista sobre las ejecutorias de la dependencia federal en el transcurso del pasado año que produjeron el arresto de más de 20 personas por soborno, fraude y otros actos de corrupción, como son los casos que implican a la exgobernadora Wanda Vázquez Garced y los exalcaldes de los municipios de Humacao y Aguas Buenas, Reinaldo Vargas Rodríguez y Javier García Pérez, respectivamente.
“Nos toca dedicar recursos adicionales para trabajar la corrupción, que quita esos recursos de trabajar otras violaciones. Igual cada dólar que se pierde en corrupción podría ir a otra cosa como, por ejemplo, a la Policía de Puerto Rico y recursos adicionales para mantener un mayor enfoque en las aguas de Puerto Rico, que es nuestra frontera”, expuso González.
Cansados de la corrupción
A juicio de González, el alto número de confidencias y otra información relacionada con actos de corrupción que llegó a la atención del FBI y otras dependencias federales, es muestra de que la ciudadanía ya está cansada.
“Vemos cómo afecta todo. Las carreteras, las escuelas, los hospitales y los servicios médicos, la Policía… en fin, todo”, recalcó.
Destacó la labor del grupo especial de trabajo creado para atajar la corrupción y que integra personal de dependencias de la Isla, como la oficina del Inspector General y la del Contralor, el Departamento de Hacienda y el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), y agencias federales como el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, en inglés) y el Departamento de Educación.
Según se indicó, la creación de este ‘taskforce’ —que incluye analistas y personal de inteligencia— ha permitido agilizar las investigaciones y llevar los casos ante el gran jurado antes de que los delitos prescriban.
Dijo que habrá particular atención a la llegada de fondos para la reconstrucción, a lo cual ayudan los diferentes ‘taskforce’.
“Cuando trabajamos estos casos de corrupción es algo bien sensitivo. Muchas veces —dependiendo del nivel del sujeto (investigado)— tenemos que buscar diferentes aprobaciones y a veces tenemos que ir a Washington porque se trata de alguien de alto perfil.
La agenda siempre está cargada y a veces llegan alegaciones de corrupción y nosotros hacemos nuestro trabajo, pero somos cuidadosos”, explicó González, quien describió al FBI como una “agencia apolítica”.
Aunque en el caso del alcalde de Ponce, Luis Irizarry Pabón, González no confirmó ni negó que hubiera una investigación en curso, subrayó que la “agenda siempre está cargada” para el FBI.
“Siempre estamos bien activos en todas las violaciones que trabajamos y en términos de corrupción no podemos entrar en detalles. Es un área que siempre vamos a estar bien enfocados y el llamado va a ser igual, a que las personas cooperen”, aseveró.
Beneficiarios de Ley 60
González, quien fue jefe de la Unidad de Corrupción Pública en la División de Investigaciones Criminales y de la Sección de Apoyo Operacional en la División de Operaciones Internacionales, en Washington, señaló que el FBI está pendiente a los empresarios que han llegado a Puerto Rico atraídos por los incentivos de la Ley 60, que alberga las leyes 20 y 22.
“Estamos pendientes de si se están violando leyes federales. Trabajamos y compartimos mucha información con agencias como IRS (Servicio de Rentas Internas) y otras que trabajan delitos que pueden cometer estas personas”, reveló el funcionario, quien también aseguró que el FBI puede trabajar en Puerto Rico con los recursos que tiene.
“Mi visión con la oficina es ser ágil. Tenemos nuestros grupos de trabajo, pero si hay una amenaza que merece recursos adicionales los voy a mover, para asegurarnos de que estamos trabajando de la manera correcta”, apuntó.
Mucha cocaína entrando
El jefe del FBI en la Isla aludió a que la marcada disminución en el precio de la cocaína en el bajo mundo es muestra de que hay gran cantidad de esta droga entrando por las costas, a pesar de que en el 2022 las agencias federales y la Policía de Puerto Rico confiscaron cerca de 80,000 kilos de esta sustancia.
“Está aumentando el tráfico, ya que hay mucho enfoque en la frontera entre Estados Unidos y México, para lo cual se han llevado recursos adicionales, tanto por el narcotráfico, pero también la situación como los migrantes. Esto pone más difícil la situación a los narcotraficantes para entrar de esa manera, por lo que se van a buscar diferentes formas y se reactiva la ruta del Caribe”, explicó.
En cuanto a la proveniencia de los cargamentos de droga, González señaló hacia Venezuela y Colombia como los puntos de origen.
Sin embargo, estipuló que estos cargamentos de droga por lo general llegan primero a República Dominicana, donde luego la separan y es transportada a Puerto Rico en fletes más pequeños. El método de entrada preferido sigue siendo las embarcaciones y gran parte de esta droga eventualmente es trasladada a los Estados Unidos continentales.
Sobre si el gobierno podrá ganar la denominada Guerra contra las drogas, González dijo que es una pregunta difícil de contestar, y que el FBI tiene el deber de “seguir luchando contra el narcotráfico”.
El funcionario declinó realizar expresiones sobre el impacto que podría tener la medicalización de ciertas sustancias en la Isla, que se especula haría de las drogas un negocio menos lucrativo.
Además de la cocaína, González indicó que evalúan estrategias para detectar otras sustancias ilegales —como el opioide conocido como fentanilo, que provocó numerosas muertes por sobredosis en 2022 en el sistema carcelario de la Isla— incluyendo nuevo equipo, adiestramientos y evaluar si hay corrupción envuelta en la entrada de sustancias a las prisiones.
Según se informó, el FBI desarticuló durante el 2022 varias gangas violentas que operaban en la zona metropolitana y en pueblos como Vega Alta, Cabo Rojo y Yauco. En estos operativos arrestaron unas 300 personas, incluyendo a los líderes de las organizaciones, sus gatilleros y sicarios.
Somos parte de Puerto Rico
González afirmó que la visión del FBI para 2023 es “seguir trabajando y tratar de poner nuestro granito para hacer de Puerto Rico un sitio mejor para todos nosotros”.
“Somos parte de Puerto Rico y queremos un Puerto Rico mejor, pero para hacer ese trabajo se necesita ayuda del pueblo”, concluyó.