El arresto de once presuntos pandilleros y la incautación de grandes cantidades de armas y narcóticos fue el resultado de un operativo ejecutado la mañana de este miércoles por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles y el Buró Federal de Investigación (FBI).
El operativo se llevó a cabo como parte de una investigación denominada “Operation Wipe Out”, la cual estuvo centrada en el tráfico ilegal de armas y drogas por parte de dos pandillas: Westside Wilmas y Eastside Wilmas.
Durante la madrugada de este miércoles, las autoridades ejecutaron varias órdenes de registro y se detuvo a siete personas con cargos federales y cuatro más con cargos estatales.
Los agentes también aseguraron 23 armas de fuego ilegales, 23,000 pastillas de fentanilo y unas 57 libras de metanfetaminas.
“Los arrestos de hoy marcan el final de una investigación iniciada a finales de 2020, la cual estuvo centrada en algunos de los pandilleros más peligrosos del área de Harbor”, dijo el vocero de la Oficina del fiscal Federal, Thom Mrozek.
Las autoridades informaron que se busca a otros tres sospechosos, Fernando Nava, Iliana Zepeda y Ramón González, considerados como fugitivos federales.
Los funcionarios presentaron durante la conferencia de prensa de este miércoles una gran cantidad de armas, entre las que había las llamadas pistolas fantasma y armas semiautomáticas, además de fotografías de la droga que fue incautada durante las órdenes de cateo.
Se tiene la sospecha que los arrestados pudieran estar relacionados con el Cártel de Sinaloa, de México, que, de acuerdo con el vocero del fiscal Federal, está inundando de fentanilo a California.
“Puede parecer increíble cuántas personas pudieron haber muerto como resultado de que esta droga hubiera llegado a las calles. Una parte sustancial del fentanilo que se distribuye en los Estados Unidos se le atribuye al Cártel de Sinaloa y a otro cártel de México, pero el de Sinaloa tiende a traficar más hacia el área de California”, expresó Mrozek.
Las autoridades aseguraron que el arresto de los presuntos pandilleros y la incautación de armas y drogas se realizaron sin incidentes.
El Departamento de Justicia dijo que tanto la pandilla de Westside Wilmas, como la de Eastside Wilmas, tienen su base en el vecindario de Wilmington, cerca de los puertos de Los Ángeles y Long Beach.
Según los investigadores, las pandillas son controladas por miembros separados de la Mafia Mexicana que cumplen cadena perpetua por asesinato en prisiones estatales de California.
