El gobierno de Biden tomó medidas para exigir que los pacientes vean a un médico en persona antes de recibir medicamentos para el trastorno por déficit de atención o analgésicos adictivos, lo que endureció el acceso a los medicamentos en el contexto de una crisis de opioides cada vez más profunda.
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La propuesta podría modificar la forma en que millones de estadounidenses obtienen algunas recetas después de tres años de depender de la telesalud para citas médicas por computadora o teléfono durante la pandemia.
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) dijo el viernes por la noche que planea restablecer los requisitos federales que alguna vez existieron para medicamentos potentes que se eliminaron una vez que llegó el COVID-19, lo que permite a los médicos escribir millones de recetas para medicamentos como OxyContin o Adderall sin siquiera conocer a los pacientes en persona.
Los pacientes deberán ver a un médico en persona al menos una vez para obtener una receta inicial de medicamentos que, según el gobierno federal, tienen el mayor potencial de abuso: Vicodin, OxyContin, Adderall y Ritalin, por ejemplo. Se pueden prescribir recargas en citas de telesalud.
La agencia también tomará medidas drásticas sobre cómo los médicos pueden recetar otras drogas menos adictivas a pacientes que nunca han conocido físicamente. Sustancias como la codeína, que se toma para aliviar el dolor o la tos, Xanax, que se usa para tratar la ansiedad, Ambien, un somnífero, y la buprenorfina, un narcótico que se usa para tratar la adicción a los opiáceos, se pueden recetar a través de la telesalud para una dosis inicial de 30 días. Los pacientes necesitarían ver a un médico al menos una vez en persona para obtener una recarga.