La filial suiza del banco HSBC incumplió con sus obligaciones relativas a la prevención del lavado de dinero en conexión con dos personalidades públicas que eran sus clientes, indicó esta martes la entidad reguladora de los mercados financieros de Suiza (FINMA).
En este contexto ha impuesto una serie de medidas a la entidad bancaria hasta que se asegure que “el cumplimiento de la ley quede totalmente restablecido”, entre las cuales se encuentra la prohibición de entrar en nuevas relaciones comerciales con personas “políticamente expuestas”.
HSBC-Suiza, que colaboró con las pesquisas, mantuvo dos relaciones financieras “de alto riesgo” entre 2002 y 2015 por más de 300 millones de dólares, sin realizar todas las verificaciones pertinentes para asegurarse del origen o el contexto del que provenían los activos en cuestión.
Los fondos, que procedían de una institución gubernamental, fueron transferidos del Líbano a Suiza y después de un periodo de tiempo corto eran devueltos al Líbano.
En ningún momento el banco aclaró por qué se estaba utilizando una cuenta transitoria para esas transacciones, ni reconoció las pistas que apuntaban a un lavado de dinero.
Además, según la FINMA, el banco tardó mucho tiempo en notificar a la oficina especializada en lavado de dinero ni le presentó un informe cuando, en 2016, decidió dar por concluida la relación comercial ante los varios riesgos identificados, lo cual recién hizo en 2020.