Rumbo al banquillo. Solicitud para archivar imputación del delito de lavado de dinero que presentaron cinco miembros de la cúpula de Fuerza Popular fue desestimada por el juez Víctor Zúñiga, lo que es un avance hacia el juicio oral.
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Basándose en declaraciones de testigos que afirmaron haber entregado miles de dólares en efectivo en maletas y sobres de plástico y manila, el juez Víctor Zúñiga rechazó el recurso de archivamiento de la acusación de lavado de activos que presentaron Jaime Yoshiyama Tanaka, Augusto Bedoya Cámere y Pier Figari, así como Vicente Silva Checa y Ana Herz Garfias, quienes, como parte de la estructura del poder, estaban al tanto del flujo de dinero de origen maculado. Todos fueron integrantes de la cúpula de Fuerza Popular, bajo la conducción de Keiko Fujimori.
La decisión judicial permite a los fiscales del equipo especial Lava Jato dar un paso decisivo hacia el enjuiciamiento de los imputados.
“Con el rechazo de los pedidos de sobreseimiento (archivo), queda saneada la acusación y se ingresa a la etapa final previa al juicio oral, que es la admisión de las pruebas de cargo y descargo. Significa que es inminente el juicio oral”, señaló a La República el coordinador del equipo especial, el fiscal superior Rafael Vela Barba.
La desestimación del pedido de archivamiento de la acusación por lavado de activos que presentaron los seis integrantes de la cúpula fujimorista se suma a la resolución del mismo juez Víctor Zúñiga, del 12 de setiembre de este año. En esa ocasión, el magistrado rechazó el pedido de Keiko Fujimori y de otros ocho imputados.
Durante la audiencia del 14 de noviembre, el juez Zúñiga enfatizó los elementos de convicción que el fiscal José Domingo Pérez presentó para acreditar la presunta comisión del delito de lavado de activos, en particular en los casos de Jaime Yoshiyama, Augusto Bedoya y Pier Figari.
Según la lectura que el magistrado Zúñiga hizo de los elementos de convicción contra los miembros de la cúpula fujimorista, participaron personalmente en el acarreo de dinero en efectivo Jaime Yoshiyama, Augusto Bedoya y Pier Figari.
Yoshiyama y Bedoya recibieron dinero de la constructora Odebrecht. Luego, Yoshiyama recogió dinero de Dionisio Romero Paoletti. Y en distintos momentos, Yoshiyama, Bedoya y Figari retiraron caudales en la sede de la empresa Sudamericana de Fibras, de Juan Rassmuss Echecopar. Luego de que este falleciera, su sobrino Enrique Gubbins Bovet continuó haciendo los aportes clandestinos.
La propia Keiko Fujimori y su todavía esposo, Mark Vito Villanella, también se presentaron en las oficinas de Sudamericana de Fibras para recoger el dinero, según consta en los registros de visitas al local de la empresa, los testimonios de los testigos y los libros contables de la compañía.
De acuerdo con los elementos de convicción que se presentaron, Jaime Yoshiyama Tanaka se presentó en la fábrica de Juan Rassmuss cinco veces para retirar maletas y sobres por un total de US$700.000.
En el caso de Augusto Bedoya Cámere, llegó a la oficina de Sudamericana de Fibras en 11 oportunidades, llevándose en total US$ 2.010.000 en efectivo.
Y respecto a Pier Figari Mendoza, los registros indican que llegó a la empresa de Rassmuss en 14 ocasiones. Se llevó US$745.000 también en efectivo, en maletas y sobres manila y de plástico.
El juez Víctor Zúñiga también mencionó como elemento de convicción el testimonio de Jorge Yoshiyama Sasaki, sobrino de Jaime Yoshiyama Tanaka, quien aseguró que su tío le instruyó a llevar el dinero que recogía de la fábrica de Juan Rassmuss a la oficina de Keiko Fujimori, donde lo recibía su tesorera de confianza, Adriana Tarazona.
Precisamente, el 12 de setiembre de este año, el juez Zúñiga desestimó un primer pedido de Keiko Fujimori, Adriana Tarazona Martínez y José Chlimper Ackerman, para que el delito de lavado de activos sea retirado de la acusación fiscal.
El 26 de setiembre, nuevamente, el magistrado Víctor Zúñiga desestimó el recurso que presentaron Mark Vito Villanella y su inmobiliaria MVV Bienes Raíces para archivar la imputación del delito de lavado de activos.
La propia Keiko Fujimori retiró en una ocasión US$50.000 de la empresa de Juan Rassmuss, y su esposo Mark Vito Villanella recogió dos veces US$80.000.
El magistrado Zúñiga denegó el pedido de los miembros de la cúpula fujimorista arguyendo que la Fiscalía cumplió con acreditar los elementos de convicción que los involucraría en el presunto delito de lavado de activos.
Testigos confirmaron entrega de activos
Durante la sustentación del caso en la audiencia para resolver el pedido de los miembros de la cúpula, el fiscal José Domingo Pérez señaló que contaba con las declaraciones incriminatorias de representantes de la constructora Odebrecht y del Grupo Rassmuss sobre la entrega de activos.
Específicamente, el fiscal Pérez mencionó como elementos de convicción las declaraciones de Jorge Barata y de Enrique Gubbins Bovet, quienes testificaron sobre las entregas de dinero, el cual nunca fue declarado a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ni tampoco fue bancarizado.