FMI advierte de los riesgos de ciberataques para la estabilidad financiera

Las crecientes amenazas cibernéticas, que se han multiplicado tras la pandemia, plantean serias preocupaciones para la estabilidad financiera, según un informe publicado este martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los incidentes en el sector financiero “podrían amenazar las finanzas y la estabilidad económica si erosionan la desconfianza en el sistema financiero, interrumpen servicios críticos o causan efectos de contagio a otras instituciones”, advierte.

El FMI adelantó este martes un capítulo de su Informe de estabilidad financiera global titulado “CiberRiesgo: Una creciente preocupación por la estabilidad macrofinanciera”, en el que alerta sobre los potenciales riesgos de los cada vez mayores ataques cibernéticos.

Según el organismo, los ciberataques “se han más que duplicado” desde la pandemia y aunque mayoritariamente las consecuencias no son severas, algunas empresas sí han experimentado un coste muy alto y el riesgo de pérdidas extremas por incidentes cibernéticos “está aumentando”.

El tamaño de las llamadas “pérdidas extremas” se ha cuadruplicado desde 2017 y ha alcanzado los 2.500 millones de dólares anuales.

Estas pérdidas podrían causar problemas de financiación a las empresas e incluso poner en peligro su solvencia.

Los ataques en el sector financiero son los más preocupantes, señala el FMI, ya que un incidente grave en una institución financiera “podría socavar la confianza” de los consumidores e incluso provocar pánico bancario.

Preocupan especialmente los incidentes cibernéticos que interrumpen servicios críticos como las redes de pago, que también podrían afectar gravemente la actividad económica, y el hecho de que las empresas financieras dependan cada vez más de proveedores externos de servicios de tecnología, que pueden dejarlos expuestos.

Esta situación se ve exacerbada por las crecientes tensiones geopolíticas y por ello el FMI apunta que la intervención pública es necesaria debido a que los incentivos privados pueden ser insuficientes para abordar los riesgos cibernéticos.

Actualmente, según una encuesta del FMI realizada a bancos centrales y autoridades de supervisión, solo alrededor de la mitad de los países tiene una estrategia nacional de ciberseguridad centrada en el sector financiero.

“Para fortalecer la resiliencia en el sector financiero, las autoridades deben desarrollar una estrategia nacional de ciberseguridad adecuada acompañada de una regulación efectiva y capacidad de supervisión”, apunta el FMI.

En cuanto al sector privado, una de las recomendaciones de la institución es mejorar “la higiene cibernética de las empresas”, es decir, su seguridad en línea y la salud de sus sistemas, así como la capacitación y concientización.

También dar prioridad a la presentación de informes de datos y a la recopilación de incidentes cibernéticos, y compartir información entre los participantes del sector financiero para mejorar su defensa colectiva.

Como los ataques a menudo surgen desde fuera del país de origen de una empresa financiera y los ingresos pueden desviarse a través de las fronteras, señala el FMI, la cooperación internacional “es imperativa” para abordar con éxito los riesgos cibernéticos.

El FMI publicará el Informe de estabilidad financiera global completo la próxima semana, en el marco de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, que se celebrarán entre el 15 y el 19 de abril en Washington, donde está la sede de estas instituciones.

EFE

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