Foro latino sobre las causas y consecuencias de la trata de personas

El problema no es la ley, sino como se implementa, dicen desde Abogados Sin Fronteras Canadá, organización que realizó en Colombia un foro sobre cómo enfrentar este delito.

Un delito que se aprovecha de los vulnerables, que capta a víctimas con engaños, y del cual no solo hay un alto subregistro sino una atención deficitaria de víctimas. Así es la trata de personas que viven miles de personas a nivel global cada año y que en América no da tregua. Sobre cómo prevenir, enfrentar y apoyar a los sobrevivientes de este delito se habló en el ‘Segundo Foro Interamericano Sobre la Lucha contra la Trata de Personas’, que realizó en Bogotá la organización Abogados Sin Fronteras Canadá y que reunió a expertos y autoridades de 14 país

En diálogo con EL TIEMPO Karine Ruel, directora de asuntos legales de Abogados Sin Fronteras Canadá, y Dominic Voisard, coordinador jurídico de la organización en Guatemala, hablaron sobre la situación de este delito en América, sus víctimas, y sobre las acciones que pueden y deben tomar las autoridades para ponerle freno.

¿Cuál es el panorama de la región frente a este delito?

Son fenómenos que no son solamente aplicables a la región de América latina, pero sí hay algunas tendencias vinculadas, por ejemplo, con los flujos migratorios hacia el norte. Eso aumenta la vulnerabilidad de algunas personas a ser captadas por redes de tratantes, pero no hay ningún país que esté exento de este delito, todos los países tenemos este desafío que afecta a millones de personas. La trata de personas es muy lucrativa, desafortunadamente, por lo que las redes se empoderan de este fenómeno para hacer más dinero.

¿Delitos como la trata de personas son más invisibles que otros fenómenos delictivos globales, como el narcotráfico?

Para un delincuente esto es muy lucrativo y tiene pocas posibilidades de ser capturado o condenado

No solo la trata está subregistrado e invisibilizado, sino que algunas modalidades de trata son menos notables que otras, por ejemplo, se reconoce un poco más la trata con fines de explotación sexual pero menos la trata para extracción de órganos o matrimonio servil, que están muy presentes pero no se visibilizan tanto.

Tal vez lo otro es que los hombres también son víctimas y hay un subregistro importante en estos casos de la trata con fines de explotación laboral.

A diferencia de la venta de drogas, una de las dificultades a la hora de enjuiciar la trata es que se puede manipular a las víctimas, lo que lo hace un delito poco enjuiciado y muy impune. Para un delincuente esto es muy lucrativo y tiene pocas posibilidades de ser capturado o condenado.

Además, en la captación de víctimas el uso de medios tecnológicos es más usual, vemos casos en los que la captación de las víctimas se hace fácilmente a nivel internacional de forma fácil a través de redes sociales y aplicaciones.

Sara y Camila fueron rescatadas por el Grupo de Articulación Operacional de la Policía Judicial de Migración Colombia en Turquía. Fueron captadas por una red de trata de personas y pudieron haber sido vendidas a otro país con consecuencias inimaginables.
Víctimas de trata de personas rescatadas por autoridades (Foto de archivo).Foto:Migración Colombia

¿El delito de trata de personas es solo de países pobres?

La trata de personas también es de oferta y demanda, en cualquier lugar donde haya demanda de explotación sexual, por ejemplo, habrá trata de personas

En Canadá los casos aumentan durante el Grand Prix, cada región tiene su tendencia propia pero esto no es algo solo de países pobres o en vía de desarrollo.

Depende del perfil de las personas involucradas, en Canadá tenemos casos de trata interna ente provincias, y son a veces niñas, por decirlo de una forma, de ‘muy buena familia’ que se enamoran de la persona equivocada, hay una variedad de vulnerabilidades que no siempre son económicas pero la pobreza sí hace que las personas sean más vulnerables de caer en esas redes.

También hay que decir que la trata de personas también es de oferta y demanda, en cualquier lugar donde haya demanda de explotación sexual, por ejemplo, habrá trata de personas, quizás de forma diferente, tal vez es más peligroso para un tratante en Canadá que en Guatemala, donde hay pocas probabilidades de ser enjuiciados, pero se ve trata en todos los países, no es una cuestión de países desarrollados o no.

¿Hay algún estimado de víctimas o victimarios?

Los datos no son muy acertados y varían mucho de país a país, es un desafío, cada año se señala que hay un subregistro. Sí sabemos que para Colombia en el último año ha habido un aumento de denuncias, 263 casos el año pasado, lo que es casi la cifra más alta en la historia. Pero es un desafío tener datos confiables, desagregados, que tengan en cuenta las diferentes formas de trata.

Si no con los datos, ¿de qué forma pueden las autoridades identificar este problema y combatirlo?

Con rutas de atención, comités territoriales de primera línea son los más adecuados para identificar potenciales tendencias, pero vemos que muchas veces las políticas públicas son muy centradas en las capitales y no llegan a lo territorial, cuando allí está la primera línea para identificar y reportar estos casos.

¿En Guatemala qué es lo que pasa y cómo se puede comparar con Colombia?

Los casos son bastante similares en todos los países. Vemos que la modalidad de explotación sexual sigue siendo la más detectada en todos los países, lo que vemos cuando hay mucha impunidad es que se detectan mucho más los casos donde no hay presencia de organizaciones criminales, por ejemplo, cuando es el tío o el papá tratante, las estructuras pequeñas de explotación en particular de la niñez.

Un acto realizado por artistas durante el Día Mundial de la 
Trata de Personas, en 2019.
Un acto realizado por artistas durante el Día Mundial de la Trata de Personas, en 2019.Foto:Vanexa Romero. EL TIEMPO

¿Por qué es más fácil detectar los pequeños casos que aquellos en los que hay grandes organizaciones detrás?

Se puede deber a varios factores, uno es falta de voluntad, otro es falta de capacidad de investigación financiera del delito que impide que se pueda detectar quiénes son los más responsables de una estructura criminal, puede haber temas de corrupción, de peligrosidad de enjuiciar una estructura.

También la complejidad de los casos, cuanto más te acercas a una estructura de crimen organizado, más complejo e internacional se pone el caso, a veces con ramificaciones bastante complejas de investigar que requieren más recursos financieros y de capacitación.

La corrupción es otro tema importante para tomar en cuenta, y además vemos que en los casos que sí llegan a una sentencia, estas son contra las personas de más abajo del organigrama criminal y no contra los dueños de los negocios.

¿Qué tan importante es la cooperación judicial entre países?

Es fundamental, sin articulación no se va a alcanzar a llegar a lo más alto de la cadena del crimen organizado. Los tratantes se articulan bien entre ellos, las autoridades se tienen que articular igual de bien o mejor para combatir el flagelo, pero esto a veces es complejo.

¿Cree que las autoridades consideren este delito como de ‘segunda categoría’ frente a otros delitos trasnacionales como el narcotráfico?

Lo que pasa es que son delitos interconectados, creo que es una mezcla de problema de identificación, falta de capacitación de personal dedicado a este tema, la cuestión de cómo se tiene que investigar, las metrologías y técnicas complejas. Es una acumulación de desafíos que hace que al final sea difícil tener condenas y, sobre todo, que haya reparación de víctimas, lo cual es muy importante.

La trata de personas no solo es un crimen, es una violación de derechos humanos y las víctimas deben ser reparadas de forma integral y no es así. Por lo general los fiscales y jueces buscan condenar a un culpable, pero más importante es reparar a las víctimas.

¿Cómo se pueden reparar crímenes como estos?

El problema que tienen los países es que los fondos de reparación a víctimas, si existen, son insuficientes. Hay que tener fondos de reparación que de verdad permitan reparar a las víctimas.

Primero escuchando lo que quieren, hay víctimas que quieren una reparación simbólica, que piden reconocimiento de lo que les ocurrió; la compensación económica también es importante porque tienen que recuperar su plan de vida; también cuestiones como capacitar mejor a los funcionarios para que el entorno de protección sea mejor.

El problema que tienen los países es que los fondos de reparación a víctimas, si existen, son insuficientes. Hay que tener fondos de reparación que de verdad permitan reparar a las víctimas.

La reparación judicial es lenta y costoso porque las víctimas deben tener abogados para estar en procesos civiles después de un proceso penal, son procesos largos, complejos, costosos y al final no siempre se toma en cuenta lo que realmente desean las víctimas. Los fondos administrativos han sido para muchos países la vía de poder mejorar en la reparación.

¿Cuáles son los desafíos y virtudes de Colombia frente a la lucha contra la trata?

Colombia tiene una ley conforme a estándares internacionales, el problema no es la ley, es cómo se implementa. Hay rutas de atención y comités centrales, pero falta financiación y capacitación de esos comités para articularse. Además, Colombia es un territorio grande y diverso y cada región tendrá su propia dimensión y tendencias de trata, para enfrentarlas se requiere un enfoque regional o hasta municipal. Colombia también tiene retos enmarcados en el contexto del conflicto armado. El reclutamiento de menores por el conflicto tiene fenómenos muy cercanos a la trata de personas.

eltiempo

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