Irán Castillo habló del miedo e incertidumbre que vivió durante su secuestro en el 2015, un incidente del que muy poco había compartido hasta ahora debido a las secuelas psicológicas que le dejó. Tras siete años de lo sucedido, la actriz contó cómo sucedieron los hechos y reveló que Gloria Trevi ayudó a pagar gran pare del dinero del rescate.
antilavadodedinero / msn
En una entrevista para el canal de YouTube de Mara Patricia Castañeda, la famosa contó que fue privada de su libertad por tres días. Relató que desarrolló el Síndrome de Estocolmo, pues confesó que en un principio se negó a denunciar a sus secuestradores.
«Yo siento que tuve el síndrome de Estocolmo, un buen rato», reconoció Irán del Castillo, quien aseguró nunca haber sufrido agresión física por parte de sus secuestradores, pero sí violencia psicológica.
«Como yo tenía esta cuestión de ‘no me tocaron’, entonces, ¿qué pasa? Yo regreso a mi casa, yo antes de llegar a mi casa, yo traía la idea de: ‘no voy a decir nada porque casi casi que me salvaron la vida ellos, no me hicieron nada, entonces les estoy agradecida y fueron súper lindos conmigo’«. No fue hasta que recibió ayuda de un psicóloga que pudo aceptar el delito del que fue víctima.
La actriz recordó que Gloria Trevi y su esposo, Armando Gómez, fueron quienes principalmente ayudaron a su familia económicamente, ya que ellos cubrieron una importante cifra del dinero que les estaban pidiendo para el rescate.
«Gloria Trevi, muy linda, cooperó y dio un lanonón, o sea, forever, no sabes cómo le agradezco a ella y a su marido, de verdad les agradezco, les tengo un agradecimiento muy especial a ellos porque pues en la desesperación…».
Contó que a la primera persona que llamaron fue a su mamá, Martha Pinzón, quien de inmediato empezó a reunir el dinero. En 2015, su mamá habló de este tema para Ventaneando: «La liberaron dando el rescate nada más. No la dejaron cerca de la casa, pero hubo alguien que la trajo. Tardamos en conseguir el dinero, fue una suma fuerte». Así fue el secuestro de Irán Castillo
La actriz relató que en un principio los secuestradores no sabían que era una figura pública hasta después de que la habían llevado a la casa de seguridad.
«Su modo de operar era: vemos a una mujer que va manejando por ahí, la seguimos, la chocamos por detrás y cuando se baje vámonos, ese era el modo de operar de ellos. Yo iba sola, me chocan, me bajó y de repente vámonos, me suben en la camioneta y ellos en el carro, me encañonan».
«Su modo de operar era: vemos a una mujer que va manejando por ahí, la seguimos, la chocamos por detrás y cuando se baje vámonos, ese era el modo de operar de ellos. Yo iba sola, me chocan, me bajó y de repente vámonos, me suben en la camioneta y ellos en el carro, me encañonan».
La actriz agregó que fue una situación difícil y compleja, especialmente la parte de la denuncia, ya que en un principio se negaba a hacerlo, por ello los agentes del SEIDO que llevaban su caso la canalizaron con una psicóloga, que finalmente le hizo darse cuenta de lo que pasó.
«Tuvieron que hablarle a una psicóloga para que fuera a hablar conmigo porque yo esta que ‘no, no’, casi casi que son mis cuates, hazme el favor, ¿puedes creer? (…) Empecé a abrir un poco mi campo de visión y dije: ‘no manches sí, me pasó esto'».
