Las autoridades irlandesas han realizado varios grandes decomisos de cocaína este año, lo que se suma a otros indicios de que la isla está cobrando importancia para los traficantes europeos y latinoamericanos como plaza de consumo y punto de tránsito.
Antilavado de Dinero / In Sight Crime.
El 24 de noviembre, el Servicio de Aduanas de Irlanda descubrió 60 kilos de cocaína en un contenedor en el puerto de Dublín, que había entrado ilegalmente desde el puerto de Rotterdam en Países Bajos, así como otros 270 kilos de heroína y marihuana.
Fuentes de la policía revelaron al Irish Times que hay muy pocas mafias irlandesas con la capacidad de organizar una operación de tráfico de ese tamaño, incluido el clan narcotraficante más prominente del país: el clan Kinahan.
Al mando del notorio capo Daniel Kinahan, se sospecha que el grupo está detrás de otras dos importaciones recientes: a comienzos de noviembre, la importación de un cargamento de cocaína por US$3,2 millones —una cantidad entre 50 y 100 kilos— procedente de Francia, y en julio hasta 500 kilos de la droga camuflados en dos contenedores de carbón procedentes de los Países Bajos.
Los decomisos ocurren en el contexto de un mayor consumo de cocaína en Irlanda. Según Eamon Dillon, periodista irlandés especializado en crimen, el pequeño país de 5 millones de habitantes es ahora el tercer mayor consumidor de cocaína per cápita en Europa, solo superado por España y el Reino Unido.
“Ahora puede conseguirse cocaína en cada población pequeña en toda Irlanda en comparación con hace un tiempo, cuando solo se conseguía en las zonas urbanas más populosas […] el precio de venta al por mayor es de €28.000 (US$31.700) por kilo y en las calles puede llegar a venderse pro €76.000 (US$86.000)”, según explicó a InSight Crime.
Se cree que Kinahan es crucial para el tráfico de cocaína en Irlanda y en gran parte de Europa, debido a que hace parte de un «Súper Cartel», integrado por miembros de la mafia flamenca, la camorra italiana y el crimen organizado bosnio. Esta organización se abasteció de enormes cantidades de cocaína, especialmente de Perú, donde los fiscales han acusado a sus cómplices.
Análisis de InSight Crime
Aparte de su mercado doméstico en expansión, Irlanda se ha convertido en eje central del tráfico europeo de cocaína por tres razones principalmente:
Primero, hay cada vez mayor presencia de emisarios criminales irlandeses en Suramérica. Enviados por organizaciones para negociar, coordinar el transporte para los cargamentos de cocaína y muchas veces garantizar su pago, los traficantes irlandeses se suman a un abanico de otras nacionalidades europeas que viajan a los países productores para lograr precios más bajos de cocaína al por mayor, según una investigación adelantada por InSight Crime en 2021.
Esto se ha notado más cuando las cosas han salido mal. En 2019, un presunto emisario irlandés fue secuestrado en Colombia después de un desacuerdo con una organización criminal de Valle del Cauca, y en 2017, un presunto miembro del clan Kinahan fue asesinado y su cuerpo arrojado a una quebrada cerca de Medellín, departamento de Antioquia, al parecer por La Oficina, antes conocida como La Oficina de Envigado, en retaliación por un cargamento de droga decomisado.
“La Policía irlandesa está tomándose en serio las conexiones entre el hampa de ese país y el de Suramérica. En febrero de este año [la policía irlandesa] designó un agente de enlace de tiempo completo instalado en Colombia”, mencionó Eamon Dillon.
Segundo, las pandillas irlandesas han forjado lazos estrechos con otras mafias europeas, en especial los narcos neerlandeses. Esto fue más visible en el ahora desmantelado “Súper Cartel”, formado entre Daniel Kinahan y Ridouan Taghi, quien figura como el mayor narco de los Países Bajos.
Identificado por primera vez en 2018 por la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA), se cree que el consorcio fue el responsable del tráfico de un tercio del total de la cocaína introducida por el puerto de Rotterdam: alrededor de 33 toneladas de cocaína ese año. Actualmente, Kinahan es el último miembro del consorcio que sigue en libertad.
Tercero, los cambios de itinerario del comercio marítimo después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Con el aumento de los trámites sobre los cargamentos europeos que llegan a Gran Bretana, algunos expertos creen que puede haber un aumento del uso de la frontera terrestre irlandesa para traficar cocaína hacia Irlanda del Norte y desde allí a Gran Bretaña.