La extradición por segunda vez de un notorio traficante haitiano de cocaína hacia Estados Unidos resalta la posición poco conocida de Haití como punto de tránsito para el tráfico de narcóticos.
Antilavadodedinero / InSightCrime
El 8 de abril, Jean Eliobert Jasme fue extraditado de Haití a Estados Unidos, luego de su captura el pasado marzo. En septiembre, Jasme fue imputado en la Corte del Distrito Este de Wisconsin por narcotráfico internacional, entre otros delitos. Según el Miami Herald, Jasme está señalado de conspirar con dos agentes de policía haitianos para traficar cocaína colombiana hacia Estados Unidos a través de Haití, República Dominicana y las Bahamas.
Este no es como mucho el primer encuentro de Jasme con el sistema de justicia estadounidense. En 2004, Jasme se declaró culpable de dos cargos de conspiración para importar cocaína, después de resultar vinculado a varios decomisos de cocaína en Miami.
Jasme resultó ser una fuente valiosa para los fiscales estadounidenses por sus presuntos nexos con el expresidente haitiano Jean Bertrand-Aristide, a quien se acusó de recibir sobornos de traficantes a cambio de permitirles usar el país como punto de despacho de cocaína.
Según el Herald, Jasme actuó como testigo en al menos 17 procesos judiciales contra exfuncionarios, agentes de policía y otros traficantes haitianos, muchos de los cuales terminaron condenados. En 2009, un juez federal recortó a la mitad su condena por 20 años en recompensa por su cooperación.
Pero a pesar de esa colaboración, Jasme al parecer reincidió en el tráfico de cocaína tras su excarcelación. En 2020, fue detenido con 83 kilos del alcaloide en las afueras de Puerto Príncipe, para ser liberado cuatro meses después, y arrestado nuevamente en marzo de 2022.
La extradición de Jasme demuestra la reincidencia de Haití como punto de tránsito para la cocaína con destino a Estados Unidos, aun cuando esta parece darse en menor escala comparado con algunos de sus vecinos caribeños.
El Caribe ha sido una ruta tradicional de trasiego de cocaína hacia Estados Unidos para los traficantes suramericanos. Pero el papel de Haití en el tráfico por lo general recibe menos atención que República Dominicana y Puerto Rico.
Haití se posicionó como punto de tránsito de preferencia del imperio narco de Pablo Escobar, el capo colombiano, a finales de los años 80. Según información de prensa, el Cartel de Medellín movió docenas de toneladas de cocaína al año por Haití, a la par que trabajaba con funcionarios de gobierno corruptos en la construcción de pistas aéreas clandestinas.
Al momento de su detención en 2003, Jasme era uno de varios notorios traficantes haitianos que movían cocaína colombiana en la mira de las autoridades estadounidenses. Otra detención notable fue la de Beaudouin «Jacques» Ketant, quien trabajó con los carteles de Medellín y el Norte del Valle para transportar toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos pasando por Haití.
La judicialización de traficantes de alto perfil entorpeció la capacidad de los proveedores suramericanos de transportar su producto por Haití, lo que no obstante no detuvo por completo el tráfico de cocaína.
Según el Informe sobre Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos 2022, las autoridades haitianas incautaron apenas 2,76 toneladas de marihuana y 94 kilos de cocaína durante 2021.
Aunque es posible que los traficantes hayan trasegado mayores cantidades de drogas por el país, la creciente anarquía, el recrudecimiento de la violencia de pandillas y la revuelta política de los últimos años pueden haber restado atractivo a Haití a los ojos de los traficantes.