El principal negociador comercial de China dice que es «cautelosamente optimista»; ambas partes han reducido las barreras a las importaciones de aves de corral; y Estados Unidos ha extendido exenciones para compañías estadounidenses que hacen negocios con Huawei.
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El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, describió que las negociaciones se reducen a «los trazos cortos». Pero ese es el problema. Las líneas generales de un acuerdo comercial de fase uno parecen cada vez más sólidas y si la historia reciente es una guía, es cuando las cosas salen mal.
El primer ejemplo fue en mayo de 2018, cuando el viceprimer ministro chino Liu He viajó a Washington y pareció llegar a un acuerdo para evitar aranceles. Eso no se pegó, por supuesto. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidió seguir adelante con los impuestos, dejando a Beijing furioso por las sandalias estadounidenses.
Una repetición ocurrió en mayo de este año. Trump volvió a aumentar los aranceles sobre los productos chinos cuando las dos partes parecían estar cerca de un acuerdo, pero esta vez fue Washington quien acusó a Beijing de volver a los términos previamente acordados.
Aquí estamos de nuevo. Los negociadores parecen estar avanzando en un acuerdo, y esta semana se sabe que las partes están hablando sobre cómo determinar la magnitud de la reversión arancelaria que podría incluir un acuerdo de fase uno. Pero ahora hay nuevos obstáculos.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha enviado una legislación de Trump que apoya a los manifestantes de Hong Kong, y se espera que el presidente firme el proyecto de ley. A Beijing, que ha prometido represalias públicamente, le resultará difícil no cumplir. Si esa combinación es suficiente para descarrilar un acuerdo comercial es una pregunta abierta.
Hong Kong
La semana pasada, Hong Kong ha visto algunas de sus escenas más dramáticas hasta el momento en que la policía se enfrentó a los manifestantes que se habían fortalecido dentro de un campus universitario. Incluyeron barricadas en llamas, cócteles molotov en llamas y enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes. Las escenas también renovaron las preocupaciones de que una mayor escalada podría provocar la movilización de soldados chinos, preocupación que se avivó aún más cuando surgieron miembros de la guarnición del Ejército Popular de Liberación en la ciudad para ayudar a limpiar las calles locales.
Venta de acciones
La agitación que se apoderó de Hong Kong durante casi medio año no impidió que Alibaba avanzara con una enorme venta de acciones esta semana. El gigante chino del comercio electrónico recaudó alrededor de $ 11 mil millones en la lista más grande de Hong Kong desde 2010. Podría aumentar la pila de efectivo de Alibaba a $ 44 mil millones, aproximadamente el doble que el compañero de tecnología chino Tencent. Algunos de los lugares a los que podría ir el dinero incluyen la inversión para hacer crecer el negocio de la compañía en el sudeste asiático o para reforzar sus esfuerzos en tecnologías como la inteligencia artificial (IA).
‘Al pie de una guerra fría’
Las tensiones comerciales, una perspectiva inestable para la economía mundial y el riesgo de un conflicto catastrófico dominaron las discusiones el primer día del Foro de la Nueva Economía Bloomberg * en Beijing. El exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, dijo que Estados Unidos y China están «al pie de una Guerra Fría», y advirtió que el conflicto podría ser peor que la Primera Guerra Mundial si se deja correr sin restricciones.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, dijo que estaba «más apasionado por el valor del compromiso que nunca» y estaba preocupado por aquellos que promueven un desacoplamiento entre Estados Unidos y China. No vio cómo tal bifurcación sería factible en la esfera de la tecnología, donde la investigación se publica a través de límites geográficos. «La IA es muy difícil de poner en la botella», dijo Gates.
Costos de préstamos
Esta semana, el banco central de China continuó sus esfuerzos para reducir el costo de los préstamos.
Además de reducir su tasa de interés preferencial, el Banco Popular de China ofreció dinero a las instituciones financieras a un costo menor a través de su línea de crédito mediana, y también sus operaciones de mercado abierto a corto plazo.
¿Y por qué no? Una gran cantidad de datos publicados este mes ha señalado una continua debilidad en la economía. Pero no es tan simple como eso. El banco debe equilibrar su deseo de estabilizar la economía con la necesidad de administrar la gran cantidad de deuda del país.
