Una reciente investigación del centro de pensamiento estadounidense Atlantic Council reveló que en el país operan tres clanes de familias libanesas y sirias, que son parte esencial de la economía ilícita con la que se sostiene en el poder el régimen de Nicolás Maduro.
Antilavadodedinero / VOA
Hezbolá se ha convertido en un aliado para el régimen de Nicolás Maduro, ayudándolo a convertirse en un eje central para la convergencia del crimen organizado transnacional y el terrorismo internacional en el hemisferio occidental, multiplicando los beneficios logísticos y financieros para ambos, así lo reveló una reciente investigación del centro de pensamiento estadounidense Atlantic Council.
El informe titulado El nexo Maduro Hezbolá: cómo las redes apoyadas por Irán apuntalan al régimen venezolano, detalló que tres clanes de familias libanesas y sirias, vinculados a Hezbolá, son parte esencial de la economía ilícita con la que se sostiene en el poder el régimen de Maduro.
Narcotráfico, lavado de dinero y el contrabando son algunas de las actividades que se llevan a cabo entre el grupo terrorista y el régimen.
Joseph Humire, experto en seguridad global y autor del informe, destacó a la Voz de América que la base logística que brindan estos clanes permite que Maduro junto a otros grupos criminales como las FARC expandan sus operaciones en Venezuela.
“Todos estos clanes son redes de apoyo. No podemos decir que son miembros del Hezbolá, sino que son redes de apoyo”, explicó Humire.
Cuáles son los clanes
La investigación indicó que el primero de los clanes es el de los Saleh, liderado por los hermanos Ali Mohamad y Kassem Mohamad Saleh, acusados por los Estados Unidos de ser financistas del terrorismo en 2012. Su base de operaciones está entre Maicao, Colombia, y Maracaibo, estado Zulia.
Otro clan, el Nassereddine, tendría a varios de sus integrantes dentro del régimen de Maduro. Es encabezado por Ghazi Nassereddine, sancionado por la OFAC de Estados Unidos en 2008 por sus vínculos con Hezbolá.
Humire asegura que Ghazi formó parte del ministerio de relaciones exteriores de Venezuela y logró obtener su estatus oficial de diplomático. Mientras que su hermano, Abdallah, es dueño de centro comerciales e inmuebles en Nueva Esparta, y líder del Psuv en ese estado.
El informe afirma que Ghazi todavía es un socio cercano de Maduro y dirige actualmente el centro de pensamiento Global AZ.
El tercer clan es el Rada, el cual ha pasado desapercibido, pues no tiene sanciones, ni juicios formales. Sin embargo, se le vincula con el atentado a la AMIA, ocurrido en Argentina en 1994.
Esta red estaría involucrada en la industria de la criptominería en Venezuela, además, el Departamento del Tesoro lo vincula con capos del narcotráfico.
“Los clanes Rada, Saleh y Nassereddine son parte de una red ilícita global mucho más grande de operadores, financistas y facilitadores de Hezbolá, que operan fuera de Venezuela con protección del régimen de Maduro”, concluye Humire.
Cómo se conectan con Venezuela
El informe advierte que el reciente puente aéreo y marítimo establecido entre Irán y Venezuela para presuntamente traer al país comida y combustible, también serviría para llevar a cabo otras actividades ilícitas.
Humire reiteró que Maduro brinda protección a los integrantes de esas redes criminales.
“Cuando están en Venezuela, están completamente protegidos. No se tienen que preocupar por algún policía. Es más allá de dar un pasaporte, es construir una identidad falsa. Es completamente diferente”, indicó