Hunter Biden, hijo del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha declarado este martes culpable de dos delitos de fraude fiscal y tenencia ilícita de armas, para evitar su ingreso en prisión.
No desaparecerán del panorama político de Estados Unidos como un arma que los republicanos usan contra el presidente, Joe Biden, pero los problemas legales de Hunter Biden, hijo del mandatario, se acercan a una resolución.
El vástago del demócrata ha alcanzado un pacto con el Departamento de Justicia por el que quedará en libertad condicional sin ir a la cárcel al aceptar declararse culpable de dos cargos por delitos fiscales menores por no presentar a tiempo sus declaraciones de impuestos en 2017 y 2018.
Además, según el acuerdo, conocido al registrarse este martes documentos judiciales y que aún deberá ser aprobado por un juez federal, Hunter Biden evitará ser imputado por haber mentido sobre su uso de drogas cuando compró una pistola en 2018. Esa parte del pacto le obliga a no consumir ningún estupefaciente durante 24 meses y aceptar no poseer nunca más un arma de fuego.
“Con el anuncio de los dos acuerdos (…) entiendo que la investigación de cinco años está resuelta”, ha dicho en un comunicado Christopher Clark, abogado de Hunter Biden. “Se que Hunter cree que es importante aceptar responsabilidades por estos errores cometidos en un período de turbulencia y adicción en su vida”.