Honduras parece haber optado por copiar el método Bukele en materia de seguridad. Según informa la agencia Reuters, el país centroamericano planea construir una prisión con capacidad para 20.000 reclusos. Dicha cárcel duplicaría la capacidad ya que en la actualidad Honduras cuenta con 25 prisiones que albergan a un total de 20.000 delincuentes que se encuentran en condiciones de hacinamiento.
De esta manera el gobierno de la presidenta Xiomara Castro busca combatir el crimen organizado que asola el país. La dirigente tiene previsto además desplegar a las fuerzas de seguridad en aquellas zonas más afectadas por el crimen de las pandillas. El ejecutivo hondureño también quiere lanzar un plan para localizar y destruir plantaciones de marihuana y hoja de coca, así como centros de procesamiento de drogas.
Honduras hace frente en la actualidad a un problema de seguridad relacionado con el sicariato, el narcotráfico, la extorsión, el secuestro y el blanqueo de dinero. Para ello, el gobierno quiere reformar el Código Penal para procesar de manera colectiva y más rápida a los miembros de bandas criminales.
El pasado 14 de junio, Xiomara Castro anunció en un discurso en televisión que su gobierno tiene previsto ‘ejecutar urgentemente intervenciones en partes del país con la mayor incidencia de crímenes de pandillas, como asesinatos por encargo, tráfico de drogas y armas de fuego, extorsión, secuestro y lavado de dinero’. Castro emulará el modelo implantado por el Presidente Nayib Bukele en el vecino El Salvador. Una política de seguridad que ha logrado reducir las tasas de homicidios en el país y que le ha brindado gran popularidad.