La expresidenta argentina Cristina Kirchner y sus dos hijos, Florencia y Máximo Kirchner, fueron enviados a juicio oral y público por presunto lavado de dinero en el caso Hotesur, por la que se investigan el alquiler de hoteles al empresario Lázaro Báez.
Fuentes judiciales informaron este jueves que el juez federal Julián Ercolini envió el expediente directamente a un Tribunal Oral para que se someta a juicio el caso mencionado.
El pedido había sido formalmente hecho hace varios días por La Unidad de Información Financiera (UIF).
La causa es por la maniobra de lavado de dinero de 80 millones de pesos a través del alquiler de plazas hoteleras a las empresas de Lázaro Báez, quien se encuentra detenido y actualmente es juzgado en la causa conocida como la «ruta del dinero K».
Mediante esta maniobra se habrían lavado millones «bajo cierta apariencia de legitimidad».
Así las cosas, la familia presidencial podía declarar los ingresos ante la Oficina Anticorrupción (OA) y ante el fisco «ocultando» el origen ilícito. Hotesur es la firma que es dueña del hotel Alto Calafate.
La hipótesis principal de la investigación en curso dice que fue Lázaro Báez quien les prestó (a los Kirchner) dinero para adquirir los hoteles y también pagó un alquiler mensual para que Valle Mitre los explotara, como mecanismo para blanquear dinero proveniente de la obra pública que recibió el empresario.
El juez Ercolini acusó a 20 de los involucrados de haber integrado «un complejo entramado societario» que se puso en marcha «para poner en circulación en el mercado parte de las ganancias obtenidas como consecuencia de la defraudación al Estado (la causa de obra pública)».
Según la causa, fueron un total de 86 millones que desembolsó Valle Mitre a Hotesur por el pago de cánones de alquiler de habitaciones de los distintos hoteles del matrimonio Kirchner: Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea.
ALD/D26