A medida que las empresas, independientemente de su tamaño, adoptan el cambio hacia la digitalización en su modelo de negocio, aumenta el riesgo de actividades criminales en internet. Es por ello que, según el Security Report Iberia 2024, el 65 % de las compañías destinará 9 de cada 100 euros de sus presupuestos a TI, ciberseguridad e inteligencia artificial generativa.
fectivamente, la inteligencia artificial no solo ha irrumpido en los últimos años dentro del apartado de la creación artística, sino, también, para el ámbito de la ciberseguridad, convirtiéndose en un arma de doble filo: facilita ataques cibernéticos, con un aumento de los mismos de un 38 % desde el 2022, pero, por otro lado, desarrolla defensas más avanzadas.
Check Point Software y el compromiso con la seguridad cibernética
En este sentido, Check Point Software ha desarrollado la Plataforma Infinity, que ayuda a las empresas a gestionar de manera centralizada y unificada los desafíos que presenta este panorama de amenaza global y que se encuentra en permanente evolución. Utiliza, para ello, los últimos avances en IA para anticiparse, en tiempo real, a los riesgos en todos los puntos y servicios, desde centros de datos propios hasta el almacenamiento en la nube, pasando por todos los dispositivos conectados, o endpoints, móviles o cualquier otro elemento conectado a la red (IoT).
La plataforma de Check Point Software ha sido considerada por Miercom la primera en prevención de ataques desconocidos (99,8 %) y phishing (100 %), así como «líder en soluciones de plataformas Zero Trust con una experiencia de usuario y una eficacia de seguridad inigualables».
Check Point Infinity ofrece soluciones de protección inmediatas para todos los ámbitos de trabajo y colaborativas: Check Point Quantum para la red, Check Point Cloud Guard para la nube, Check Point Harmony y Check Point Infinity Core Services.
La inteligencia artificial generativa y los ataques de ingeniería social
En los últimos años, las herramientas de inteligencia artificial generativa se han utilizado para crear virus y tácticas de ingeniería social, como el phishing, que representan un gran desafío para la sociedad, ya que pueden, incluso, interferir en procesos democráticos, como ocurrió en el escándalo del caso Cambridge Analytica. Esta consultora británica recopiló datos de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento para usarlos como propaganda política.
Otra de las creaciones de la inteligencia generativa que ha puesto en jaque la verosimilitud de los relatos es el deepfake, videos y audios falsos que suplantan la personalidad de un tercero y pone en boca de ellos testimonios que jamás han dicho. La frontera entre la realidad y la ficción se diluye, y más cuando el montaje alcanza unas cotas de verosimilitud inauditas.
Hasta el momento, se han reconocido hasta tres formas diferentes de generar este tipo de montajes: sincronización de labios, sincronización de estos con reemplazo de rostro y, por último, doblaje de voz.
Con solo una muestra de tres segundos de audio, los expertos cibercriminales pueden emular un discurso completo y por menos de dos euros.
Por su parte, la sincronización de labios cuesta menos de 100 euros por cada 30 segundos de contenido, y por la sincronización de labios y reemplazo de rostro, hasta 150 euros por 30 segundos, según los estudios de Check Point Research.
¿Qué medidas tomar ante esta situación?
Es necesario que, por parte de los gobiernos, se implementen medidas legislativas y tecnológicas para combatir las fake news, la desinformación y, a su vez, fomentar la colaboración entre proveedores de IA, reguladores, medios y sociedad, para así preservar la integridad de procesos electorales y la confianza pública.
Asimismo, es imperativo que cada empresa utilice soluciones de ciberseguridad como la Plataforma Infinity de Check Point Software. En definitiva, la ciberseguridad en la era de la IA requiere de una respuesta proactiva y adaptada. Este tipo de soluciones demuestran que es posible, y muy necesario, anticiparse a todo tipo de amenazas.
