En sacos de kion y granos de café. Los narcos camuflan la droga en todo lo que tengan a la mano. Una organización internacional de narcotraficantes intentó sacar 103 kilos de cocaína de alta pureza desde Vraem hasta el puerto del Callao. Utilizaron la modalidad de la encomienda, pero fueron pillados por la Policía en tres operativos en el puesto de control en Chanchamayo en Junín.
Antilavadodedinero / americatv
Tras descubrir la droga, la Policía y Fiscalía decidieron vigilar los envíos y controlar su llegada hasta Lima con la finalidad de detener a más integrantes de la mafia. El procedimiento se llama “remesa controlada”.
“Se va a encontrar al destinatario con el producto lo que va a permitir aperturar el proceso e indagar y ampliar más la investigación porque son estas personas que tienen conexión con los que están acopiando y estos a su vez, con la organización que está invirtiendo en esta remesa de droga para ser enviada al extranjero”, dijo el coronel Leiby Huamán, jefe de la División de Investigación contra el Desvío de Insumos Químicos de la Dirandro.
El primer cargamento de droga estaba escondido en unos sacos de kion que fueron encontrados en la bodega de un bus interprovincial. El hallazgo se dio durante una revisión de rutina en el puesto de control policial de Canchamayo en Junín, el último 25 de junio.
Las autoridades acordaron que la droga siga su trayecto, pero bajo control policial. Cuando el bus llegó esta empresa en La Victoria, Ronald Taipe Osores, el receptor de la encomienda, se acercó al mostrador sin saber que la Policía ya lo estaba esperando.
El operativo se repitió en otra empresa de transporte. En ambos casos se decomisaron 61 kilos de cocaína. Dos días después, los agentes antidrogas replicaron el procedimiento, pero con una carga de café en granos. Aquí se hallaron otros 42 kilos de cocaína. El detenido fue identificado como Diego Ingaruca Cano.
