Informe advierte que Al Qaeda es una amenaza permanente para EE.UU y sus aliados

Estados Unidos alertó este viernes (1 de noviembre del 2019) de una posible vuelta de Al Qaeda a «la vanguardia del movimiento yihadista global», después de que el grupo terrorista Estado Islámico se haya visto «progresivamente relegado al uso de tácticas clandestinas» a medida que su «autoproclamado califato físico se acercaba al colapso».

Así lo ha indicado el Departamento de Estado en su informe anual sobre terrorismo internacional correspondiente a 2018, donde señala que «Al Qaeda y sus afiliados regionales permanecen resilientes y suponen una amenaza perdurable» para Estados Unidos y sus aliados.

«Dados los reveses del Estado Islámico, Al Qaeda busca restablecerse como la vanguardia del movimiento yihadista global», pese a los esfuerzos desarrollados contra esta organización desde los atentados del 11S.

En ese sentido, el informe apunta que la red de Al Qaeda continúa expandiendo sus filas y sigue planeando y llevando a cabo ataques, además de seguir financiándose.

El Gobierno estadounidense destacó que Al Qaeda ha aprovechado en 2018 «el foco global sobre el Estado Islámico para silenciosamente reconstituir sus capacidades» aprovechando climas frágiles en materia política y seguridad, «particularmente en Egipto, Libia, Siria y el Yemen».

En cuanto al Estado Islámico, el Departamento de Estado subrayó que EE.UU. y sus aliados han recuperado «casi todo el territorio» en Irak y Siria previamente bajo control de esta organización terrorista, liberando así «11 000 kilómetros cuadrados y en torno a 7,7 millones de hombres, mujeres y niños».

El texto presentado este viernes por el coordinador de la estrategia antiterrorista del Departamento de Estado, Nathan A. Sales, avisa de que, a pesar de los avances en este campo, otras organizaciones filiales o cercanas al Estado Islámicoen todo «Oriente Medio y África del Norte permanecieron activas en 2018, incluyendo Libia, Marruecos, Arabia Saudí, la península del Sinaí, Tunez y Yemen».

Aun así, el Ejecutivo estadounidense apuntó que la presencia y capacidad operativa del Estado Islámico en estas regiones fue también «reducida en 2018 a través de los ataques aéreos de los Estados Unidos».

El informe sale a la luz después de que el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, falleciera el pasado fin de semana durante una operación de las fuerzas especiales de EE.UU. en el noroeste de Siria.

El documento también hace referencia a Afganistán, sobre el que valora como positivo el inicio de «los pasos hacia un proceso político» hacia la reconciliación tomados por el Gobierno y los líderes talibanes, algo que ve reflejado en el inicio de un nuevo alto el fuego en junio del mismo año.

El Departamento de Estado lamentó que, «pese a que el Gobierno paquistaní ha expresado su apoyo para la reconciliación política» en Afganistán, Islamabad «no ha restringido» las acciones de los talibanes y del grupo terrorista red Haqani operar» en su territorio.

Sobre este país asiático el informe resalta también «el significante número de amenazas terroristas» relacionadas con las filiales de los talibanes y del Estado Islámico, a las que se vio expuesto en 2018, aunque menciona que las muertes por estos ataques «han continuado decreciendo» en los últimos años.

ALD/ElComercio

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