En un informe anual la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), a cargo del fiscal federal Horacio Azzolin, dimensionó el crecimiento de los delitos informáticos como fraudes, usurpaciones de identidad y maniobras de phishing, que registraron aumentos durante el período afectado por la pandemia.
Antilavadodedinero / Lacapital
Entre abril de 2020 y marzo de 2021, la Ufeci recibió 14.583 reportes e inició 289 investigaciones preliminares, lo que equivale a un 465% de aumento. Además, se iniciaron unas 289 investigaciones.
Dentro del informe se detallaron distintos modus operandi. Allí se hizo hincapié en las maniobras de fraude, donde se ataca el patrimonio de las víctimas mediante el despliegue de un ardid a través de técnicas de manipulación informática que alteran el normal funcionamiento de un sistema informático o la transmisión de datos.
Esa tendencia al alza se explicó por la mayor utilización de medios electrónicos luego del dictado de diferentes medidas de aislamiento y distanciamiento preventivo por la pandemia de Covid-19. Fraudes bancarios, usurpación de la identidad y acosos fueron algunas de las modalidades delictivas que se detectaron en este período.
Dentro del trabajo se comparó la actividad que tuvo la Unidad en 2019 con lo sucedido en 2020. Así, se pudo registrar un aumento del 381% en los reportes recibidos entre ambos años: mientras que en 2019 se recibieron 2369 (lo que equivale a 6,5 reportes diarios), en 2020 se registraron 11.396, lo que llevó a un promedio de 31 reportes por día. Se explicó entonces que ese número sería directamente proporcional al volumen de maniobras ligadas a la informática que tienen lugar y afectan a la ciudadanía.
En el informe se tuvieron en cuenta los distintos informes que empresas y agentes estatales realizaron al respecto de un mayor uso de los distintos canales electrónicos. La compañía Mercado Libre marcó que al 3 de mayo de 2020 la cantidad de usuarios nuevos registrados en su plataforma se había incrementado en la Argentina en un 40% con relación al mismo periodo del año anterior.
Dentro del fraude, la Ufeciidentificó lo que sucede en relación a las compraventas. En este caso, se trata de maniobras fraudulentas que involucran un falso ofrecimiento de productos y servicios para la venta o que son desplegadas a los efectos de hacer incurrir en error a alguna de las partes de una operación legítima, para captar así los pagos de las víctimas. En el entorno digital suele llevarse a cabo mediante páginas o perfiles en redes sociales en los que se ofrecen los productos y servicios, pudiendo tratarse de falsos emprendimientos o de imitaciones de páginas.
Los reportes sobre sustracción de datos personales mediante técnicas de ingeniería social que involucran correos electrónicos, sitios web o perfiles en redes sociales engañosos también ascendieron. De acuerdo al Banco Central de la República Argentina, durante 2020 se registraron un 19% más de operaciones por medios electrónicos que en el 2019, las transferencias electrónicas se acrecentaron en un 90%, y mobile banking un 167%. A su vez, los pagos remotos con tarjeta de débito crecieron en un 227%.
Con respecto a la usurpación de identidad, dentro del informe se explicó que los autores se hacen pasar por un tercero, generalmente mediante la creación de direcciones de correo electrónico o perfiles en redes.
Programas maliciosos
En tanto, el ransomware se lleva a cabo mediante la ejecución de programas informáticos maliciosos en las terminales afectadas, que encriptan una variedad de archivos que se supone resultan de interés para la víctima, tras lo cual se le exige a esa persona —por lo general, a través de un mensaje que se despliega en los propios dispositivos afectados— el pago de una suma de dinero, usualmente en Bitcoin u otro criptoactivo, para recibir así la clave y las indicaciones para desencriptar los archivos.
En el caso de los fraudes relacionados con las compraventas se detectaron productos o servicios que estaban directamente relacionados con la prevención del Covid-19, lo que evidencia que fueron diseñadas en función de las particularidades del contexto.
En esa misma línea, se detectó que ante la creación de programas gubernamentales asociados a la pandemia, comenzaron al mismo tiempo a desplegarse maniobras cuyo ardid o engaño giraba en torno a la tramitación de aquellos beneficios. Se detectaron accesos ilegítimos a cuentas bancarias y a cuentas de Anses, por medio de los cuales se lograban realizar desplazamientos patrimoniales perjudiciales para sus titulares. Entre abril de 2020 y marzo de 2021, la Ufeci detectó 663 casos con modalidades principales o secundarias relacionadas con esta maniobra, lo que equivale a un 4,5 de la totalidad de los reportes recibidos en ese período.
Con respecto al acceso ilegítimo a sistemas o datos informáticos, en el periodo previo a la pandemia los casos detectados ascendían a un total de 229, mientras que en los doce meses posteriores se relevaron 1.220 maniobras.
Estas maniobras afectaron principalmente a cuentas de las plataformas Facebook, WhatsApp e Instagram, además de cuentas de Mercado Libre/Mercado Pago.
Con respecto a la difusión de imágenes, la usurpación de identidad, el acoso y las difamaciones, la Ufeci hizo hincapié en que presentan una particular relevancia ya que se trata de maniobras que suelen enmarcarse en situaciones de violencia de género.
“Es habitual encontrarnos con casos en los que los autores se valen de este tipo de recursos para producir un menoscabo en ciertos aspectos de la vida de las mujeres y, en definitiva, en su integridad psíquica, ello como un fin en sí mismo o, en otros casos, para amedrentarlas y compelerlas a actuar o dejar de actuar de una manera determinada”, puntualizó el informe.