Informe sobre las cifras de incautaciones de cocaína en América Latina

Las cifras de incautaciones de cocaína en América Latina en 2022 indican que los traficantes están cambiando sus rutas para evitar ser detectados ante las mejoras en los sistemas de detección en los puertos marítimos.

antilavadodedinero / InSightCrime

Dado que el consumo de cocaína ha seguido creciendo, la oferta ha buscado abastecer ese mercado, como lo demuestran las altas cifras de incautaciones del año pasado.

Los puertos que participan en el Programa de Control de Contenedores (Container Control Programme, CCP) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que tiene como objetivo ayudar a los países a mejorar la seguridad portuaria, reportaron la incautación de 271 toneladas de cocaína en 2022, un total de 100 toneladas más que el año anterior.

Además, el panorama para este año no parece ser distinto. “Ya en 2023 vemos que hay un gran aumento en el tráfico”, dijo Bob Van den Berghe, subdirector del programa, en comunicación con InSight Crime.

A continuación, InSight Crime analiza las incautaciones de cocaína del año pasado en América Latina y lo que estas cifras revelan sobre las tendencias regionales del narcotráfico.

Países productores

Los tres principales países productores de cocaína en Suramérica registraron elevadas cifras de incautaciones el año pasado, impulsadas en gran medida por tasas récord, o casi récord, de producción de drogas.

En Colombia, el principal productor de cocaína del mundo, las autoridades incautaron 352 toneladas de clorhidrato de cocaína en 2022 y participaron en la incautación de otras 318 toneladas fuera del territorio colombiano, lo que equivale a un total de 671 toneladas. En comparación con 2021, las incautaciones al interior de Colombia disminuyeron, mientras que las incautaciones fuera de su territorio nacional aumentaron levemente. 

Las mejoras en las medidas contra el tráfico de drogas, como las implementadas en el puerto de Santa Marta, donde todos los contenedores son escaneados, explican, en parte, el aumento de las incautaciones. Pero los niveles récord de cultivo de coca y producción de cocaína en Colombia son factores importantes detrás de las cifras de interdicción.

En Perú y Bolivia las incautaciones señalan que los altos niveles de cultivo de coca de los últimos años se han mantenido. En Perú, las autoridades incautaron más de 28 toneladas de clorhidrato de cocaína, un aumento de más del 50 por ciento en comparación con el año anterior. También se incautaron otras 28 toneladas de base de coca, lo que representa un leve aumento con respecto al año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Dado que es poco probable que se reduzca el reciente auge de la coca en el país debido a la paralizante crisis política actual, la tendencia al alza podría continuar durante el 2023.

En Bolivia, los niveles de producción de coca no experimentaron grandes cambios en 2022, como tampoco lo hicieron las estadísticas de incautación de cocaína. Las autoridades confiscaron 10 toneladas de clorhidrato de cocaína y otras 10 toneladas de base de coca, lo que representa un leve aumento en las incautaciones de clorhidrato y una leve disminución en las incautaciones de base de coca en comparación con el 2021.

Principales países de tránsito

Todos los principales países de tránsito de cocaína se encuentran cerca de los países productores y manejan abundantes cantidades de tráfico de carga. Los traficantes aprovecharon estos factores en 2022, año en el que las estadísticas de incautaciones indican que hay grandes cantidades de drogas que continúan fluyendo por los puntos de salida tradicionales, así como algunos nuevos.

En Ecuador, las autoridades incautaron 201 toneladas de drogas en 2022, alrededor del 90 por ciento de las cuales eran de cocaína, según El Universo. Esta cifra representa una ligera disminución en comparación con el récord del año anterior, de 210 toneladas, aunque es sustancialmente superior a las 128 toneladas incautadas en 2020 y las 82 toneladas incautadas en 2019.

El aumento de los flujos de drogas a través de Ecuador ha traído consigo un aumento de la violencia. La tasa de homicidios del país prácticamente se duplicó en 2022 por segundo año consecutivo, y la policía atribuye la mayoría de estos asesinatos a enfrentamientos entre organizaciones narcotraficantes, según reportó el centro de pensamiento Crisis Group.

Panamá registró un récord de 138 toneladas de drogas en 2022, de las cuales casi 109 toneladas eran cocaína, según EFE. Esto significó un aumento de 10 toneladas con respecto a 2021 en términos de incautación de drogas en general, a pesar de una ligera disminución en el volumen de contenedores en el país, lo que indica que los puertos del país se están volviendo cada vez más atractivos para los traficantes.

Brasil incautó 96 toneladas de cocaína a nivel nacional el año pasado, lo que no representa mayores cambios con respecto a años anteriores. Sin embargo, la distribución geográfica de las incautaciones indica que los traficantes han diversificado las rutas.

“En Brasil, al principio vimos que la mayoría de las incautaciones se llevaron a cabo en el puerto de Santos, pero ahora vemos que las incautaciones se realizan en puertos como Paranaguá y Salvador, que son puertos más pequeños”, dijo Van den Berghe, el subdirector de la ONUDD.

En Venezuela, donde la validez de las estadísticas oficiales puede ser cuestionable, las autoridades reportaron la incautación de más de 46 toneladas de drogas en 2022, aunque no está claro exactamente qué cantidad era cocaína. La cifra de 2022 fue ligeramente inferior a las 51 toneladas incautadas en el mismo periodo del año anterior. El aumento podría ser impulsado en parte por el hecho de que Venezuela está pasando de ser un país de tránsito de cocaína a convertirse también en un país productor.

En cuanto a México, el ejército y la marina del país confiscaron 41,8 toneladas de cocaína el año pasado, más del doble de las 15,1 toneladas incautadas en 2021. De todos los principales países de tránsito, este es el mayor aumento proporcional en las incautaciones. Este aumento podría ser en parte por las nuevas medidas de seguridad portuaria. A mediados de 2021, México entregó el control de sus puertos a la marina, tras las acusaciones de corrupción en el sistema anterior, administrado por civiles. Además, el país puede estar incrementando los controles debido a las presiones de Estados Unidos para que actúe de manera enérgica contra el comercio de fentanilo.

Costa Rica registró una disminución sustancial en las incautaciones de cocaína en 2022, año en el que confiscó, o ayudó a confiscar, 33,1 toneladas, en comparación con las 61,7 toneladas del año anterior. Las autoridades relacionaron esta reducción con operaciones policiales y de inteligencia, lo que indica que los traficantes están diversificando sus rutas hacia Norteamérica.

Países de tránsito secundarios

En general, los países de tránsito secundarios experimentaron una mayor variación en las estadísticas anuales de incautaciones de cocaína, en comparación con los principales países de producción y tránsito.

Algunas de estas grandes fluctuaciones se deben a la confiscación de grandes cantidades de drogas que estaban siendo enviadas en una sola carga.

Van den Berghe señala que ahora, más que antes, los traficantes están enviando a Europa mayores cantidades de cargamentos individuales.

“Los contenedores contaminados con cocaína se están enviando en contenedores mucho más grandes y en una sola carga”, afirmó.

El Salvador incautó 12 toneladas en 2022, según cifras oficiales reportadas por La Prensa Gráfica. Este no fue un gran aumento con respecto a las 10,9 toneladas incautadas en 2021, pero sí es un gran salto en comparación con las cifras anteriores a 2021, cuando el gobierno lanzó una intensa ofensiva contra la criminalidad. En 2020 solo se incautaron 1,9 toneladas, y apenas 99 kilogramos en 2019.

En los otros países del Triángulo Norte han disminuido las cifras. A pesar de que tienen fallas en la seguridad portuaria, el escaso tráfico de carga los hace menos atractivos para los traficantes. La incautación de 5,9 toneladas en Guatemala representa un poco más de la mitad de las 11 toneladas incautadas el año anterior y menos de un tercio de la cantidad confiscada en 2019. La incautación de 7,1 toneladas de cocaína en Honduras también representó una disminución con respecto a las 10,4 toneladas confiscadas en 2021.

Las estadísticas de incautaciones de Chile en 2022 indican una conexión entre el aumento del tráfico de drogas y la escalada de la violencia. Las autoridades incautaron 3,6 toneladas de clorhidrato de cocaína en 2022, en comparación con 2,3 toneladas en 2021. La cantidad de base de coca confiscada apenas varió, pues se incautaron 5,8 toneladas, en comparación con 6 toneladas en 2022. El aumento del tráfico de drogas a través del país fue en parte responsable de que los homicidios aumentaran en un tercio el año pasado.

Las autoridades de Uruguay incautaron 4,5 toneladas de cocaína en 2022 y otros 653 kilogramos de base de coca, para un total de 5,1 toneladas. Esto representa un aumento con respecto a las 2 toneladas de cocaína confiscadas en 2021, pero una disminución en comparación con las 1,2 toneladas de base de coca incautadas ese año. El aumento de la vigilancia entre sus vecinos ha hecho que Uruguay adquiera un papel más relevante en el comercio de cocaína en los últimos años y el gobierno ha reconocido que la “porosa” frontera que comparte con Argentina y Brasil llevó a que Montevideo se hubiera convertido en una base de operaciones del narcotráfico.

Las autoridades de Paraguay incautaron poco más de 3 toneladas métricas de cocaína en 2022, la misma cantidad que en 2021. El país sigue siendo un corredor de cocaína a través del cual la droga llega a Brasil procedente de Bolivia y sirve como base para las pandillas y traficantes brasileños.

En el extremo nororiental de Suramérica, la Guayana Francesa y Guyana experimentaron aumentos en las incautaciones, mientras que Surinam tuvo una disminución. Hacia mediados de septiembre, las autoridades de Guayana Francesa habían confiscado 2,4 toneladas, en comparación con 1,3 toneladas incautadas por las aduanas durante todo el año anterior. La Unidad Antinarcóticos de Aduanas de Guyana (CANU), encargada de la mayoría de las redadas a las drogas en el país, incautó 121 kilogramos de clorhidrato de cocaína, triplicando las incautaciones de 2021. En Surinam, las autoridades confiscaron 1,4 toneladas de cocaína entre enero y mediados de diciembre de 2022, en comparación con 2,1 toneladas en 2021.

La pequeña cantidad de tráfico de cocaína en estos países hace que sea difícil analizar la importancia de los cambios anuales en las estadísticas de incautaciones. Es probable que la tendencia de los narcotraficantes a diversificar sus rutas tenga un impacto más significativo en las cifras que las acciones de los gobiernos particulares.

La mayoría de los países del Caribe no ofrecen cifras anuales de incautación de cocaína. La mayor parte de dichas incautaciones durante el año pasado en el Caribe se llevaron a cabo mediante cooperación internacional. Una operación que se llevó a cabo durante siete días de septiembre, de manera conjunta entre Interpol y la Agencia de Implementación de la Comunidad del Caribe para la Delincuencia y la Seguridad (IMPACS), permitió la incautación de más de 10 toneladas de cocaína en el Caribe. Las operaciones conjuntas de las autoridades colombianas, holandesas y estadounidenses llevaron a la incautación de 9,7 toneladas de cocaína adicionales en el mar Caribe el año pasado.

República Dominicana, donde los problemas de corrupción han ayudado a que el país se convierta en un centro de cocaína, experimentó un aumento en las incautaciones el año pasado. Las autoridades encontraron más de 27 toneladas de cocaína, en comparación con 19 toneladas en 2021 y 10 toneladas en 2020. La tendencia a enviar cocaína de República Dominicana a Puerto Rico no ha mostrado signos de estar disminuyendo. El año pasado, en los puertos del territorio estadounidense, así como cerca de sus costas, hubo múltiples incautaciones de gran tamaño; estas han continuado en 2023. Los funcionarios fronterizos de Puerto Rico incautaron más de 11 toneladas en 2022.

Las autoridades de Jamaica realizaron dos incautaciones de cocaína excepcionalmente grandes el año pasado, ambas de alrededor de 500 kilogramos. Entre las dos, casi igualan el total de 1,2 toneladas del año anterior y superaron de lejos el total de 356 kilogramos de 2020. A medida que aumenta la actividad en los puertos de Kingston, se abren más rutas y posibilidades para que los traficantes envíen cocaína a través de Jamaica. Los primeros indicios indican que 2023 puede ser un año de cantidades récord, pues las autoridades confiscaron 1,5 toneladas en enero, una de las incautaciones más grandes que se ha hecho en el país.

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