La IA tendrá un impacto directo en la ciberseguridad que dará mejores herramientas tanto los defensores y reguladores como a los ciberdelincuentes.
abemos que la inteligencia artificial (IA) ya está impactando a miles de empresas de diversas industrias alrededor del mundo. Además, su adopción será aún mayor en los próximos meses. Pero al igual que otras tecnologías, la cantidad de beneficios que esta tecnología trae no está libre de amenazas relacionadas con la ciberseguridad de las empresas.
En una investigación realizada por la firma de ciberseguridad y privacidad digital Kaspersky, se detalla cómo la IA se convertirá en una herramienta clave a dispocisión no solo de las empresas, sino también de los ciberdelincuentes, quienes pueden aprovechar sus bondades para evolucionar sus ataques.
Una de las amenazas que más preocupa a los expertos tiene que ver con la facilidad con la que los ciberdelincuentes podrán generar imágenes destinadas a realizar fraudes y estafas. A medida que más plataformas con capacidad para generar contenido al instante -incluyendo herramientas generación de texto a imágenes como Midjourney, Bard, Copilot, DALL-E, entre otras-, se ponen a dispocisión de cualquier usuario, las estafas podrían aumentar.
Según Kaspersky, este año los estafadores podrían ampliar sus tácticas al tener más facilidad a la hora de crear un contenido fraudulento convincente aprovechando las herramientas de inteligencia artificial. Con la posibilidad de generar sin esfuerzo imágenes y videos convincentes, se prevé un mayor riesgo de que se intensifiquen las amenazas cibernéticas relacionadas con fraudes y estafas.
Pero a medida que los Modelos de Lenguaje a Gran Escala (LLMs por sus siglas en inglés) se integran en más productos orientados al consumidor, surgirán nuevas vulnerabilidades complejas en la intersección de la IA generativa probabilística y las tecnologías deterministas tradicionales, ampliando la superficie de ataque que los profesionales de la ciberseguridad deben proteger.
El estudio «El Impacto de la IA en la ciberseguridad» anticipa que esto requerirá que los programadores estudien nuevas medidas de seguridad, como la aprobación del usuario para las acciones que inician los agentes de LLMs que básicamente son los sistemas de IA para entender y generar texto de manera similar a cómo hacemos los seres humanos.
Por otro lado, se espera que a medida que los ciberdelincuentes adoptan la IA generativa para crear técnicas más sofisticadas y desarrollar fraudes más convincentes, los ciberdefensores también utilizarán las mismas herramientas, o incluso otras más avanzadas, para frenar la ciberdelincuencia. Incluso, ya se han comenzado a crear empresas de ciberseguridad dirigidas a proteger a los pequeños negocios, como Havoc Shield, que ofrece un conjunto asequible de herramientas de ciberseguridad creadas para que las pequeñas empresas detengan el ransomware y otras amenazas de ciberseguridad.
«La inteligencia artificial en ciberseguridad es un arma de doble filo. Sus capacidades adaptativas fortalecen nuestras defensas y ofrecen un escudo proactivo contra las amenazas en evolución. Sin embargo, ese mismo dinamismo plantea riesgos, ya que los atacantes aprovechan la IA para diseñar ataques más complejos», comenta Vladislav Tushkanov, experto en seguridad de Kaspersky.
Mientras la adopción de la IA crece, tanto a nivel empresarial como en los usuarios, lo ideal es que se comiencen a establecer más iniciativas regulatorias, tanto globales como locales, las cuales deberán ser debatidas entre los gobiernos, la academia y el sector privado.
