Estados Unidos ofrece una recompensa similar a la que tuvieron Timochenko y cabecillas del Clan del Golfo y Los Rastrojos.
El venezolano Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias ‘Niño Guerrero’, ya tiene sobre sus hombros la deshonrosa cifra de US$5 millones por información que conduzca a su captura, así como la persecución de varios gobiernos que lo ven como una grave amenaza a la seguridad continental.
La suma millonaria es patrocinada por el Departamento de Estado de EE.UU., en asocio con la Policía colombiana, que tiene a ese delincuente en su lista de objetivos de alto valor estratégico, en particular por la oleada de extorsiones y homicidios que su organización Tren de Aragua viene generando en Bogotá desde 2022.
¿Quién iba a pensar que un criminal extranjero tendría tanta influencia en el bajo mundo de Colombia? Las autoridades asignaron por su cabeza una recompensa similar a la de los grandes capos del pasado.
US$5 millones fue la misma recompensa que tuvieron las cabezas de Dairo Úsuga David (‘Otoniel’), jefe del Clan del Golfo; Maximiliano Bonilla Orozco (‘Valenciano’), cabecilla de La Oficina; Daniel Barrera Barrera (‘El Loco’), capo de la Junta Directiva del Narcotráfico; Rodrigo Londoño Echeverry (‘Timochenko’), comandante de las antiguas Farc; y los hermanos Luis Antonio y Javier Enrique Calle Serna (‘Los Combas’), jefes de Los Rastrojos, entre otros.
Para compararlo con un criminal de la actualidad, basta recordar que por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego (“Chiquito Malo”), el nuevo líder del Clan del Golfo, el mismo Departamento de Estado puso sobre la mesa US$ 1,2 millones en septiembre del año pasado.
El paquete de recompensas también está dirigido a los principales lugartenientes de “Niño Guerrero”: US$4 millones por Yohan José Romero (“Yohan Petrica”), cofundador de la banda; y US$3 millones por Giovanny San Vicente (“Giovanny”), el tercero al mando.
¿Cómo fue que estos personajes llegaron a figurar tanto o más que los criminales locales en los organigramas de las agencias de seguridad de Colombia y Estados Unidos?
El origen de la banda
Las reseñas realizadas por varias ONG de Venezuela sugieren que la banda criminal surgió entre 2006 y 2007, debido a la interconexión de tres fenómenos: la creciente delincuencial común, producto de la ineficaz presencia de la Fuerza Pública; la falta de empleo, que comenzaba a incrementarse durante el régimen del presidente Hugo Chávez; y el incumplimiento del Gobierno con la construcción del Tren de Aragua, un proyecto ferroviario que prometía llevar desarrollo y oportunidades de trabajo a esa región.
Algunos exmiembros del sindicato de ese elefante blanco se unieron con los bandidos de los barrios para buscar opciones de sustento en la criminalidad, y empezaron a vivir de la extorsión, los atracos y el proxenetismo.
Cuando muchos de ellos fueron cayendo a la cárcel de Tocorón, en el sur del Estado de Aragua, aprovecharon la debilidad del sistema penitenciario para fortalecerse.
En ese entonces las prisiones venezolanas eran dominadas por ‘pranes’, el equivalente a los ‘caciques’ en Colombia, es decir, peces gordos que controlan a su antojo la vida intracarcelaria, imponiendo un orden con fusta de hierro.