La exprimera dama de la nación, Ana García de Hernández, es investigada por el Ministerio Público (MP), por supuesto lavado de activos desde antes que iniciara en Nueva York, Estados Unidos, el juicio a su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández, quien fue declarado culpable de narcotráfico.
“Una fuente del MPH, quien habló con Infobae desde el anonimato por seguridad, aseguró que, aún antes del juicio, hay abierta una investigación a la exprimera dama (Ana García) por su rol en posible lavado del dinero que su esposo obtuvo de forma ilegal y por el papel que ella jugó en el traspaso irregular de bienes familiares inmovilizados por el Estado hondureño luego de que Estados Unidos solicitó la extradición del exmandatario”, detalla el portal.
“Entre el 21 y 22 de marzo de 2022 -relata Infobae- cuando ya la Corte Suprema de Justicia hondureña evacuaba los trámites para la extradición de Hernández, su esposa traspasó bienes valorados en USD 6.7 millones según reveló una investigación de Infobae”.
“Por ahora, Ana García de Hernández se ha proclamado precandidata a la presidencia por el Partido Nacional. Lo hizo cuatro días después de que 12 ciudadanos neoyorquinos encontraron a su esposo culpable de narcotráfico”, señala Infobae.
FISCAL FUE ASESINADA
El portal Infobae, en su informe titulado “Quiénes son los políticos y ex funcionarios de Honduras en la mira de la Justicia tras la condena por narco a Juan Orlando Hernández”, asegura que la exfiscal Marlen Banegas fue asesinada después que al fiscal Óscar Chinchilla le entregó USB con video en que figuraba JOH en pláticas con narcos.
“Fue en las oficinas de Graneros Nacionales en Choloma, una ciudad industrial ubicada 270 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital, que JOH hizo tratos con Giovanny Fuentes Ramírez, un narcotraficante del que fue socio en narco laboratorio y quien también le entregó dinero a cambio de protección política”.
“Sánchez, el contador de Graneros, grabó al menos dos de las conversaciones entre JOH, los financistas y el narcotraficante. Guardó la grabación junto a videos tomados por un equipo de video instalado en la oficina en memorias USB. Hizo copias. Entregó una USB a la fiscal Marlen Banegas y otra a Christian Ayala, un expolicía de su confianza. A Banegas lo mataron unas semanas después de que ella entregó toda la información a su jefe, el entonces fiscal Óscar Chinchilla; la misma suerte corrió Ayala”.
JUICIO EN NY
“Cuestionado por uno de los defensores del expresidente Hernández por qué no había llevado esas pruebas a la Corte y por qué había huido de Honduras, el contador Sánchez respondió con calma que temía por su vida”, señala la publicación.
“(La fiscal) Banegas le había hecho llegar las grabaciones al fiscal general y la mataron unas semanas después… Cuando mataron a Christian Ayala yo iba a regresar a Honduras, pero después de que lo mataron a él ya estaban preguntando por mí”, contó Sánchez, desde el estrado al referirse a su salida del país centroamericano hacia Estados Unidos, donde entró con una visa de turista”.
“Fue en el juicio en Nueva York, por el testimonio de este hombre, que se conoció que el exfiscal Chinchilla había tenido en sus manos, al menos desde 2015, los primeros indicios contundentes de que Juan Orlando Hernández estaba metido con el narcotráfico y la corrupción política”.
“Lo que ocurrió luego de que el entonces fiscal general recibió la información no fue que el Ministerio Público abrió una investigación a JOH; lo que ocurrió fue que Marlen Banegas, la fiscal que se supone entregó la información a Chinchilla, fue asesinada poco después de hacerlo”, agrega.
“El rostro de la fiscal Banegas era uno de los que, impresos en carteles, estaban expuestos en el Parque Columbus, frente al edificio de la Corte donde JOH fue juzgado en Nueva York, durante una vigilia que familiares de víctimas del narcotráfico en Honduras instalaron horas antes de que el jurado entregara su veredicto sobre el expresidente hondureño”, puntualiza