Anticorrupción investiga a la reina Sofía y a algunos de sus nietos y a Juan Carlos I, por el uso de tarjetas de crédito opacas, bautizadas en su día como tarjetas black por el famoso caso Bankia.
Antilavadodedinero / Informalia
os movimientos de estas tarjetas, cuyos fondos proceden del extranjero, son posteriores a la abdicación del rey Juan Carlos: corresponden a los años 2016, 2017 y 2018. Entre los gastos cargados a la tarjeta de la reina Sofía aparecen varios viajes a Londres.
La justicia española ha remitido comisiones rogatorias a diferentes países para rastrear la procedencia de esos fondos. Las fuentes de Anticorrupción citadas por eldiario.es no especifican la identidad de los nietos que presuntamente han disfrutado de estos fondos, pero solo pueden ser Froilán Marichalar Borbón, hijo de la infanta Elena, su hermana Victoria Federica, o cualquiera de los cuatro hijos fruto del matrimonio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ya que la princesa de Asturias y su hermana la infanta Sofía no aparecen en la investigación y están descartadas como usuarias de las tarjetas black investigadas.
El rey Juan Carlos de Borbón aparece también en la investigación pero es la primera vez quela reina Sofía de Grecia queda salpicada por un caso de presunta corrupción, al igual que sus nietos. La investigación, que se refiere a «familiares directos» no precisa qué nietos serían los usuarios de estas tarjetas, que se nutren de fondos de una cuenta en la que ni el rey emérito ni su familia aparecen como titulares.
Ni Felipe VI ni Letizia Ortiz aparecen en la investigación desvelada por el digital de Nacho Escolar este martes, pero Anticorrupción sí ha encontrado en sus rastreos a otros familiares directos del rey emérito, además de algunos de sus nietos, sin determinar si son los Marchalar, los de Iñaki Urdangarin, o varios de ellos.
Los movimientos financieros de esa cuenta y los gastos de esas tarjetas corresponden a los ejercicios 2016, 2017 y 2018. Es decir, son posteriores a la abdicación del rey Juan Carlos y a que perdiera su protección constitucional, que le hace inimputable por cualquier delito cometido hasta el año 2014, mientras fue jefe del Estado.
En Anticorrupción no solo están analizando todos los gastos de estas tarjetas, sino también el origen de los fondos de los que se nutren
A la espera del resultado de las comisiones rogatorias y de los documentos que pueden llegar de esos países, la Fiscalía Anticorrupción ya ha encontrado indicios de un presunto delito fiscal, al tratarse de incrementos de renta no declarados superiores a 120.000 euros en un solo ejercicio.
Tanto el rey emérito como la reina Sofía son aforados, por lo que esta investigación, de prosperar, será instruida por la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Un ciudadano mexicano y un mando de la Guardia Civil aparecen en la investigación como presuntos testaferros de la trama. El resto de los familiares aludidos, aunque no identificados, no están aforados.
El sueldo oficial de doña Sofía
La asignación que don Felipe entregó a su madre en 2020 fue de 111.854 euros, procedentes del presupuesto asignado a la Casa Real y que distribuye a su criterio el jefe del Estado.
El rey emérito solo ha recibido una cuarta parte de la cantidad que tenía asignada en ese ejercicio. Recordemos que su hijo le retiró en marzo ‘el sueldo’ al trascender el escándalo de su fortuna oculta en paraísos fiscales.
Como ya recogimos el pasado viernes, el fiscal del Tribunal Supremo que lleva el caso de los 65 millones saudíes, Juan Ignacio Campo, pedirá el archivo de esta causa, al considerar que se trata delitos previos a la abdicación del rey emérito.
El Fiscal, no obstante, dejará claro en su exposición que, de no ser por la inviolabilidad constitucional, habría propuesto la imputación de Juan Carlos de Borbón ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
Doña Sofía, que este 2 de noviembre ha cumplido 82 años, era hasta ahora la única representante de la Casa Real, además de los Reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, que mantenía agenda real y presencia en actos junto a don Felipe y doña Letizia, como pudimos comprobar en los pasados premios Princesa de Asturias, hace dos semanas.
La Reina Emérita estaba libre de sospechas respecto de los escándalos de corrupción que afectan a don Juan Carlos o a los Urdangarin.