El líder del sindicato de trabajadores petroleros mexicanos, Carlos Romero Deschamps, renunció a su cargo, porque las autoridades abrieron investigaciones en su contra por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda expresó que presentó en la fiscalía dos denuncias contra Romero y varios familiares, que derivaron en una investigación por enriquecimiento ilícito.
La renuncia del sindicalista le sigue la dimisión de un juez de la Suprema Corte, Eduardo Medina, y abre el camino para convocar a elecciones libres de una nueva dirigencia en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), una vieja petición de los trabajadores.
Algunos medios de comunicación reportaron que la vida de Romero y su familia con vehículos tipo Ferraris, relojes de oro de 18 quilates, yates y departamentos en las zonas más exclusivas de Miami son algunas de sus supuestas posesiones.
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