Irán, con el apoyo de su proxy, el grupo terrorista libanés Hezbolá, incrementó su capacidad de acción mediante actividades ilícitas en distintos puntos estratégicos de Latinoamérica. Hay casos concretos relevantes en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay.
En abril, la ministra de Seguridad de Argentina Patricia Bullrich, declaró a la prensa que el país estaba en alerta máxima y señaló la presencia de Hezbolá en la región de la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, pero también en la región norteña chilena de Iquique, informó el sitio argentino de noticias Infobae.
Según Infobae, Bullrich entregó un informe confidencial a su par chilena Carolina Tohá, con supuestas actividades en Chile de Hezbolá, destacando la presencia de la familia Barakat, que se cree proporciona apoyo financiero y logístico al grupo chiita.
“La presencia de Hezbolá en Latinoamérica está documentada desde la década de 1990”, dijo el 19 de junio a Diálogo Fabián Calle, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Austral, de Argentina. “La organización, que controla el sur del Líbano con el apoyo de Irán, se expandió por todo el mundo al abrigo de las comunidades libanesas, fruto del éxodo que provocó la guerra civil entre 1975 y 1990”.
El politólogo Emanuele Ottolenghi, de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, aseguró al medio estatal alemán DW, que la presencia de Hezbolá en Chile y Bolivia “está documentada”. Ottolenghi agregó que las redes de Hezbolá se nutren del creciente narcotráfico que sufre Sudamérica, una situación que aprovecha “para actividades de blanqueo”.
“Desde hace años fueron detectados estos grupos terroristas en la Triple Frontera [Argentina, Brasil y Paraguay], pero últimamente informes de inteligencia detectaron la ampliación de redes criminales en Bolivia y Chile, que tienen conexiones con el grupo Hezbolá bajo el respaldo de Irán, quien trata de potenciar su presencia en Latinoamérica”, planteó Calle. “Esta situación se enmarca en el activismo. La desafiante postura del régimen iraní amenaza el equilibrio de poder internacional”.
Irán ve a Sudamérica como un terreno fértil para la exportación de su revolución por la proximidad geográfica de toda la región con los Estados Unidos, indicó IranWire, un sitio web colaborativo de noticias, dirigido por periodistas profesionales iraníes de la diáspora.
“Este grupo [Hezbolá] particularmente vinculado a Irán en el Líbano, es beneficiado en algunos lugares de nuestra región, sobre todo en niveles de poca institucionalidad”, agregó Calle. “Aprovechando la escasa presencia del Estado y algunos nichos poco controlados, comenzó a utilizar esos ámbitos en actividades varias desde el contrabando y la documentación falsificada, hasta la planificación de atentados terroristas”.
En abril, el semanario francés Le Point comunicó que el grupo extremista musulmán podría estar operando en la ciudad colombiana de Bogotá desde un centro religioso, como fachada para expandir la influencia iraní en la región.
La mezquita a la que se refiere Le Point es la Casa Islámica Ahlul Beyt, ubicada en el barrio Nicolás de Federmán. Se trata de un centro cultural que ofrece espacios de oración, biblioteca y cursos de introducción al islam.
Para Le Point, uno de los motivos de la supuesta incursión de Hezbolá en Colombia sería el dinero del narcotráfico, que en los últimos años se convirtió en una importante fuente de financiamiento para la organización terrorista.
“Este accionar de Hezbolá es conectarse con grupos involucrados en el narcotráfico, lavado de dinero y las redes del crimen organizado, que buscan erosionar el Estado de derecho en Latinoamérica”, advirtió Calle.
Por su parte el presidente de Paraguay Santiago Peña dijo en mayo a Infobae, durante una gira oficial en Washington, que tiene informes que bajaron las operaciones terroristas en la Triple Frontera, debido a que las agencias de inteligencia están haciendo un trabajo mucho mejor que el que habían hecho décadas atrás.
Sin embargo, aclaró que “tenemos que estar siempre con los ojos abiertos. Hay una vinculación estrecha entre crimen organizado y terrorismo. Esa vinculación es muy peligrosa”.
“Las actividades terroristas y subversivas de Hezbolá, y en parte de Irán, se basan en las comunidades chiítas libanesas dispersas por el mundo”, alertó a DW Ely Karmon, investigador del Instituto Contra el Terrorismo del Centro Interdisciplinar de Herzliya, en Israel. “En Latinoamérica se concentran en comunidades chiítas que viven en áreas de libre comercio”.
Ante esta situación, Calle recalcó que es fundamental que las agencias de inteligencia y fuerza de seguridad de la región intercambien información, con el objetivo de neutralizar organizaciones del narcotráfico y grupos vinculados con el terrorismo.
“Que Argentina haya alertado a Chile de la presunta operación de movimientos de dinero vinculados a Hezbolá, es de suma importancia en el marco de la cooperación regional”, remarcó.
