Según la DEA, Iván Márquez ha estado al frente de la política de drogas de las FARC, y está en pie una recompensa por él de diez millones de dólares.
Lo último que se sabía de Iván Márquez es que había sufrido un atentado y que estaba siendo atendido en Caracas, en un hospital militar. Eso fue en julio de 2022. Casi dos años después de que su estado de salud fuese un absoluto misterio, el hombre que negoció la paz en representación de las otrora FARC en La Habana, ha reaparecido con un vídeo para darle un espaldarazo al Gobierno de Gustavo Petro.
Márquez, como otros líderes de la extinta FARC, se negó a acogerse al proceso de paz, siendo su caso el más emblemático. En los últimos dos años se desconocía su paradero y su estado de salud. Márquez reaparece ahora para respaldar a Petro en su propuesta de convocar una Asamblea Constituyente para Colombia, pero en lugar de celebrar este respaldo el mandatario y sus colaboradores han terminado por guardar silencio, cosa que podría interpretarse como un respaldo inconveniente de quien fue el número dos de las FARC.
Durante cuatro años, mientras transcurría en Cuba el acuerdo de paz de Colombia que finalmente las FARC firmaron en 2016 con el Gobierno de Juan Manuel Santos, Iván Márquez fue el rostro visible de la insurgencia más antigua de América Latina, y por su papel en aquellos diálogos de La Habana quedó refrendado como el número dos de las FARC.
Después de aquello, en el último lustro, el nombre de Iván Márquez saltó a la palestra pública, pero en general para interrogarse sobre su paradero. Se presume que contó con el respaldo del Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y eso le permitió, como a muchos otros insurgentes dedicados al tráfico de drogas y a la extorsión, moverse en esa frontera porosa de 2.200 kilómetros que separa a ambos países sudamericanos.
En julio de 2022, como informó DIARIO DE CUBA, el entonces presidente colombiano Iván Duque confirmó varias cosas: que se investigaba si Márquez había fallecido en un ataque contra su campamento; negó que las fuerzas militares colombianas tuvieran responsabilidad en ello y reiteró que esto había ocurrido del lado venezolano, debido a la protección que le ha dado el Gobierno de Maduro (y antes el de Hugo Chávez) a las guerrillas, tanto de las FARC como del ELN.
Con el pasar de los días, en tanto, no hubo confirmación oficial de que Márquez hubiese sido abatido efectivamente y cobró fuerza la tesis que había sostenido la revista Semana de Bogotá: el otrora número dos de las FARC recibió atención médica en un hospital militar en Caracas.
Sobre Márquez pesa una recompensa de diez millones de dólares por parte de la DEA, mientras que la Segunda Marquetalia, la disidencia de las extintas FARC de la cual es líder, fue excluida inicialmente del proceso de «Paz Total» que anunciara Petro una vez se juramentó como presidente en agosto de 2022.
La prioridad para el mandatario, quien también fue un guerrillero en su pasado, vinculado al M19, parecía estar enfocada en el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), devenido en grupo criminal con actividades tanto de narcotráfico como de extorsión, según el portal especializado Insight Crime.
«Defendemos el derecho del pueblo llano a la salud, al empleo y a la vivienda. No más privatización de los servicios públicos, convertidos hoy en vil negocio de empresas nacionales y extranjeras. Vamos a rescatar la majestuosidad del constituyente primario, que es el pueblo. Él es la legítima autoridad. Su voluntad debe ser acatada por todas las instituciones del Estado. Jamás debe olvidarse que el soberano es el pueblo, y los derechos del pueblo prevalecen sobre la ambición de riquezas de las oligarquías y las transnacionales», sostiene Márquez en el vídeo, difundido este 11 de mayo de forma exclusiva por el diario El País.
En el vídeo de 16 minutos se muestra a Márquez visiblemente afectado por heridas antiguas en su rostro, en una producción que lo muestra leyendo su mensaje y donde se superpone al insurgente con imágenes de Petro, Simón Bolívar y Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, fundador de las FARC, cuyos orígenes en la lucha armada se remontan a los años 50.
De acuerdo con observadores, tras el atolladero que tiene el proceso de paz del Gobierno de Petro con el ELN, reportado por DIARIO DE CUBA hace par de meses, Bogotá intenta mostrar avances en otros frentes de negociación y eso podría incluir a Márquez.
Este 12 de mayo el presidente Petro mantuvo un contrapunteo público con el comandante del ELN, Antonio García, luego de que este asegurara que en los 80 Petro le había pedido plata de unas extorsiones al ELN en la región de Santander. El presidente respondió asegurando que en esa época de su vida fue más pobre que nunca. Este polémico intercambio ha terminado por minar la posibilidad de que avance este proceso de paz.
Por otro lado, el mensaje de Márquez tan abiertamente favorable a Petro tampoco parece ser la vía. Ha sido percibido como desacertado políticamente, en un momento en el cual el mandatario de izquierdas vive un momento crítico con una negativa percepción entre los colombianos.
A juicio del senador Ariel Ávila, de centroderecha, el vídeo reconfirma que Márquez ha quedado seriamente afectado tras el atentado de hace dos años y está en una situación de movilidad reducida, lo cual dificulta que pueda encabezar a un grupo insurgente.
Para Ávila, el otrora número dos de las FARC está tratando de mostrarse obsecuente con el presidente Petro y de esa forma encontrar una salida política para la Segunda Marquetalia, fuerza que está prácticamente derrotada por el Estado Mayor Central (la principal disidencia de las FARC).
Según Insight Crime, Iván Mordisco es el líder del Estado Mayor Central. Hasta 2016, fue el comandante del Frente Primero de las FARC y, en la actualidad, gracias a su experiencia de más de 20 años dentro de las FARC, se configura como uno de los principales actores criminales del sur de Colombia.
Por su parte, Iván Márquez, cuyo nombre verdadero es Luciano Marín Arango, se unió a las FARC teniendo 22 años en 1977. Más tarde fue «comisario político» en una de las células más activas de las FARC, el Frente 14, en el sur del departamento de Caquetá, mientras que a partir de los 90 devino en el vocero internacional de este grupo insurgente.
Para el Departamento de Estado de EEUU, Iván Márquez ha estado al frente de la política de drogas de las FARC, con lo cual ha dirigido y controlado la producción, manufactura y distribución de la cocaína. Por esta razón la DEA ha colocado una recompensa por él de diez millones de dólares.
