La presidenta de la Asociación Médica Turca negó el viernes en la corte las acusaciones de que difundió “propaganda terrorista” al pedir una investigación sobre las denuncias de que el ejército turco usó armas químicas contra militantes kurdos.
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El Dr. Sebnem Korur Fincanci, de 63 años, está en juicio acusado de participar en propaganda en nombre del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK. Fue arrestada en octubre después de que dio una entrevista en la que habló de la necesidad de una “investigación efectiva” de las acusaciones.
Fincanci, un experto forense, es el último activista en ser procesado bajo las amplias leyes antiterroristas de Turquía, que según los grupos de derechos humanos han llevado a reprimir la libertad de expresión. Enfrenta hasta siete años y medio de prisión si es declarada culpable.
Los cargos se basan en una grabación de la entrevista con un medio de comunicación pro-kurdo donde se escucha a Fincanci decir que había revisado un video que pretendía mostrar el uso de armas químicas en Irak.
“Lo que expresé durante la transmisión fue un diagnóstico preliminar. No fue una conclusión definitiva, sino una solicitud de una investigación independiente y efectiva”, dijo al tribunal durante la primera audiencia de su juicio en el sitio web Dokuz 8 Haber. “Mis palabras no pueden ser consideradas un delito en el ámbito de la ciencia o la libertad de expresión”.
El juicio fue aplazado hasta el 29 de diciembre.
La entrevista siguió a las denuncias de militantes kurdos de que el ejército de Turquía había usado armas químicas contra el PKK en el norte de Irak. Los funcionarios turcos rechazaron enérgicamente las acusaciones e insistieron en que el ejército no tiene ese tipo de armas en su inventario.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Fincanci de calumniar a las fuerzas armadas de Turquía y de insultar a su país. Prometió tomar medidas para limpiar la Asociación Médica Turca y otras organizaciones profesionales de “partidarios de la organización terrorista”.
Un partido nacionalista que está aliado con el partido gobernante de Erdogan exigió que se le quitara la ciudadanía turca y que se cerrara su asociación.
Cientos de personas se reunieron frente al juzgado en una muestra de apoyo a Fincanci, quien ha pasado gran parte de su carrera documentando la tortura y los malos tratos, y es una destacada activista de derechos humanos en Turquía. También se ha desempeñado como presidenta de la Fundación de Derechos Humanos de Turquía.
El viernes, la comisionada de derechos humanos del gobierno alemán, Luise Amtsberg, expresó “total solidaridad” con Fincanci, describiéndola como “una de las voces más valientes de Turquía”.
“El juicio contra Sebnem Korur Fincanci nos muestra una vez más el precio que pagan los defensores de los derechos humanos en Turquía por su compromiso”, dijo.
El PKK ha liderado una insurgencia armada contra el estado turco desde 1984. El grupo es considerado una organización terrorista en Turquía, Europa y Estados Unidos.