El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó este lunes la presión sobre el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para que baje los tipos de interés, calificándolo en sus redes como «gran perdedor» y advirtiendo de una desaceleración económica.
«Puede haber una DESACELERACIÓN de la economía a menos que el señor ‘Demasiado Tarde’, un gran perdedor, baje los tipos de interés AHORA», publicó en su red social Truth. Trump también comparó a la Reserva Federal con el Banco Central Europeo (BCE), que ha reducido los tipos de interés en siete ocasiones. «Powell siempre ha sido el señor ‘Demasiado Tarde’, excepto cuando llegó el periodo electoral y bajó los tipos para ayudar al dormilón de Joe Biden y más tarde a Kamala», añadió.
Los comentarios suscitaron dudas sobre la independencia de la Reserva Federal a medio plazo, lo que ha derivado en nuevas ventas masivas de activos estadounidenses, como la renta variable, el dólar y la deuda pública. Los mercados bursátiles estadounidenses profundizaron sus pérdidas tras las vacaciones de Semana Santa, y los tres principales índices -el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite- se desplomaron más de un 2% el lunes. Wall Street ha experimentado fuertes ventas desde que Trump anunció aranceles recíprocos a principios de abril, seguidos de un rebote histórico después de que decidiera pausarlos –excepto en China– una semana más tarde.
Sin embargo, los ataques de Trump a Powell plantean ahora nuevas preocupaciones sobre la independencia de la Reserva y pueden amenazar la estabilidad del sistema financiero mundial. «Si Powell fuera despedido, la reacción inicial sería una enorme inyección de volatilidad en los mercados financieros, y la carrera más dramática hacia la salida de los activos estadounidenses que pudiera imaginarse», escribe Michael Brown, estratega senior de investigación de Pepperstone en Londres. «Si esto ocurriera, el estatus de reserva del dólar y el valor refugio de los bonos del Tesoro desaparecerían, probablemente de forma permanente en ambos casos».
El dólar estadounidense se debilitó significativamente frente a las principales divisas, con el índice cayendo justo por encima de 98, su nivel más bajo desde marzo de 2022.
El euro subió frente al billete verde, superando el 1,05 para alcanzar su nivel más alto desde noviembre de 2021. El franco suizo también se fortaleció hasta niveles no vistos desde 2015, cuando el Banco Nacional Suizo eliminó su vinculación monetaria al euro.
La deuda pública estadounidense experimentó fuertes caídas al dispararse los rendimientos, especialmente en los bonos del Tesoro a largo plazo. Estos subieron 8 y 10 puntos básicos a 10 y 30 años, alcanzando el 4,4% y el 4,9% respectivamente.
El precio del oro se disparó, alcanzando nuevos máximos históricos ante la preocupación por el dólar. El sentimiento de aversión al riesgo y los temores inflacionistas también elevaron los precios del metal precioso. Los futuros del oro en COMEX subieron un 1,6% hasta los 3.480 dólares por onza (3.026 euros) a las 04:00 en horario de la Costa Este, tras un repunte del 2,9% el lunes.
Powell resiste y señala que no hay prisa por bajar los tipos
La semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció que el organismo se enfrenta a un dilema cada vez mayor a la hora de cumplir su doble mandato de estabilidad de precios y máximo empleo. Powell advirtió así mismo que la escalada de los aranceles podría avivar la inflación y, al mismo tiempo, socavar el crecimiento. «Por el momento, estamos bien posicionados para esperar una mayor claridad antes de considerar cualquier ajuste en nuestra postura política».
Tras este discurso, Trump exigió recortar los tipos y amenazó de nuevo con cesar al dirigente de la institución. El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, también indicó que la Administración Trump estaba estudiando si despedir a Powell.
La presidencia de la Reserva Federal es un cargo independiente, aunque sea designado por el presidente. Powell recordó anteriormente que los presidentes no pueden despedir o degradar legalmente al presidente de la Reserva.
Su mandato de cuatro años finalizará el 15 de mayo de 2026. Según la sentencia del Tribunal Supremo, los miembros de la institución solo pueden ser destituidos antes de que expire su mandato «bajo causa justificada».